Galletas de avena, coco y limón


A veces me apetece tomar algo dulce para desayunar o para merendar y quería hacer unas galletas ligeras y sabrosas pero que además fuesen saludables.

Así que me puse manos a la obra y aquí las tenéis.

¿Qué me decís de la pinta que tienen estas saludables galletas?

¿Y qué me diríais si además son facilisimas de hacer y se preparan en un pis pas?

Ya no tenéis excusa para probarlas, así que aquí os dejo la receta y ya me diréis si no merece la pena ponerse manos a la obra y disfrutarlas.

Vamos a necesitar:

Para la masa:
3 cdas. harina avena
3 cdas. harina de coco
1 cda. levadura en polvo
2 claras de huevo
1/2 vaso de leche de coco
2 cdas. de sirope de agave
1/2 cda. de aroma de limón

Para la cobertura:
Mermelada casera de frutos rojos
Chía
Sésamo
Piñones
Chocolate puro fundido

Vamos a comenzar mezclando por un lado las partes sólidas en un bol y por otro las partes liquidas en otro.

Después iremos añadiendo poco a poco las harinas al bol de los líquidos hasta conseguir una masa que no sea demasiado espesa ni tan blanda que no podamos hacer una bolita que después aplastaremos para darle forma de galleta.

Así que si nos queda demasiado espesa la mezcla podemos añadirle un poco más de leche y en el acondicionador contrario podemos añadirle un poco más de harina hasta conseguir la consistencia adecuada.

Después podemos añadirle a cada una de las galletas la cobertura que nos apetezca. En mi caso he puesto piñones, chía y sésamo.

En una de ellas aplasté un poco más en el centro y añadí mermelada casera de frutos rojos.

Precalentamos el horno a 180° y metemos las galletas en el horno durante aproximadamente 15 minutos o hasta que estén doraditas. Ya sabéis que esto de los hornos es muy relativo.

Luego solo las pondréis encima de una rejilla a enfriar y en poco tiempo ya podréis disfrutar de esta delicia de galletas dulces y saludables.

Si queréis que la cobertura sea de chocolate solo tendréis que fundir en el microondas un poco de chocolate y cuando la galleta ya esté fría mojarla y ponerla de nuevo en la rejilla hasta que vuelva a enfriarse.




Espirales con salsa de tomate, ternera y albahaca

Llevo ya algunos meses comiendo cereales integrales y la verdad es que me sientan bien así que hoy utilizaré pasta integral en esta receta.

La pasta integral al ser muy rica en nutrientes nos aporta gran cantidad de minerales y vitaminas. Es especialmente rica en fibra dietética, antioxidantes, proteínas, vitamina E, vitaminas del Grupo B y grasas totalmente saludables.

También es rica en minerales como calcio, hierro, fósforo y magnesio. La pasta integral favorece el metabolismo y ayuda al tránsito intestinal.

Es ideal para personas que desean bajar de peso, pues tiene poder saciante. Además resulta muy saludable para el organismo, ya que no genera colesterol ‘malo’ LDL y permite mantener el equilibrio del colesterol ‘bueno’ HDL.

Está claro porque debemos utilizar este tipo de pasta y abandonar el uso de las harinas refinadas.

Para la receta de hoy estos son los ingredientes que he utilizado: 

  • 1 vs. de espirales integrales
  • 4 cs. de salsa de tomate casera
  • 80 gr. de carne de ternera picada
  • 1 ajo
  • 1 cs de aceite de oliva
  • sal al gusto *
  • perejil
  • albahaca

Empiezo poniendo una cacerola con agua en el fuego a la que le añadí un poco de sal.

Yo suelo poner muy poca cantidad e incluso en ocasiones no pongo nada, pero la pasta es demasiado sosa y por eso le pongo un poco.

Espero a que empiece a cocer y añado la pasta.

La he tenido cociendo hasta que ha tenido la consistencia que a mí me gusta ni muy dura ni muy blanda, más o menos unos 10 minutos.

Después la he puesto en un colador para que escurriese el agua.

Mientras  he salteado con una cucharada de aceite de oliva la carne de ternera que he picado yo misma y la he añadido sal, ajo y perejil.

También he calentado la salsa de tomate que preparo normalmente y que podeis ver en este enlace o al final del post.

Y ya está, solo he tenido que montar el plato que os presento y añadirle un poco de albahaca.

¿Qué os parece la pinta que tiene?

Ha quedado delicioso.

Espero que si os animáis a hacerlo lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo.

cs. cucharada sopera y vs. vaso de agua

*yo suelo usar muy poca sal porque me gusta apreciar los propios sabores de lo que como por eso nunca os pongo cantidad en las recetas.

¿Te gustaría ver la receta de la salsa de tomate?


Batido de zanahoria y naranja

En español batido o licuado, en inglés smoothie.

Seguramente habrás oído hablar de ellos porque ya hace algún tiempo que se pusieron de moda.

Es una manera cómoda de consumir las frutas y verduras que nos son tan necesarias y que a algunos les cuesta tanto tragar.

Además están exquisitos y son muy nutritivos.

Yo los utilizo para desayunar y también para la merienda.

A mi me gusta que queden más bien como si fuera un puré y comerlos con cuchara, pero en esto como en todo hay gustos.

Vamos a ver ahora algunas de las muchas ventajas que recibirá nuestro cuerpo al tomar este rico batido.

Las zanahorias contienen varias vitaminas, en especial: vitamina A, vitamina E y vitamina K. También tienen altas cantidades de betacaroteno, que es un pigmento que se transforma en vitamina A dentro de nuestro organismo. Son una fuente importante de hidratos de carbono. Son también ricas en potasio y fósforo, y excelentes para mentes cansadas y para restaurar los nervios y además fortalece las uñas y el cabello, al que le aporta brillo.

La naranja es un poderoso antioxidante por la gran cantidad de vitamina C que contiene, por ello favorece la cicatrización y refuerza es sistema inmunológico de organismo. También contiene calcio, magnesio, beta caroteno, ácido fólico, fósforo y potasio, entre otras cosas. Es rica en agua y fibra alimentaria, por lo que tiene una gran eficacia saciante.

La manzana es fuente de calcio y fósforo, indispensables en la formación de las sales minerales del hueso. También aporta vitamina C, que interviene en la formación de la sustancia matriz del hueso.

Y una vez conocidas algunas de las ventajas de tomarlo vamos a ponernos manos a la obra.

Para hacer esta deliciosa receta he necesitado:

  • Una zanahoria mediana
  • Media naranja
  • Media manzana
  • 1/2 taza de leche de avena

De esta última he utilizado media taza porque como os he explicado antes a mi me gusta que la consistencia sea espesa pero en el caso de que os apetezca que sea más ligera e incluso como si fuera un zumo solo tendríais que añadirle más cantidad e incluso agua.

Como veréis es muy sencillo.

Solo tendréis que trocear todos los ingredientes en la jarra de la licuadora o batidora y darle al botón.

Lo vertéis en el recipiente en el que vayáis a tomarlo y ya podéis sentaros a disfrutar de él porque os puedo asegurar que lo haréis.

Y si queréis deleitaros también con la vista y prepararlo como en mi presentación solo tendréis que añadirle unos trocitos de manzana y media nuez.

Os dejo disfrutarlo.


Comienza mi reto personal

He tomado la decisión de dar un cambio importante en mi vida para ser más coherente con lo que pienso sobre la gran oportunidad que nos está brindando esta situación que estamos viviendo por causa de la pandemia por el covid 19, como ya os comenté en el post anterior.

Como pienso que soy la responsable principal de mi cuidado personal y por lo tanto de mi salud he decido comer aún más sano de lo que lo hacía antes.

Después de tener cáncer de colon en 2017, estuve cuidando lo que comía pero me he dado cuenta de que me había relajado y esto añadido a la inactividad que durante casi dos años he tenido por la enfermedad que padecí me han llevado a tener bastantes kilos acumulados que he decidido perder, al igual que la costumbre de comer cosas que no me sientan bien porque no son saludables.

Llegué a pesar 72 kilos. Esta era yo el 21 de enero de este año.

Ya llevo una semana con mi cambio en la alimentación así que he decidido compartirlo con todos vosotros.

He pensado que compartir esta parte de mi experiencia y de mi manera de ver la vida a través de ella me podría acercar aún más a aquellas personas que como yo piensen que las quejas y el echar la culpa a los demás de todo lo que nos sucede a lo único a lo que nos lleva es a seguir cayendo en ese pozo de sufrimiento en el que estábamos antes de descubrir que solo nosotros podemos cuidarnos y amarnos antes de que lo puedan hacer los demás.

Así que me dispongo a compartir con vosotros esta experiencia y este modo de vida que a mi me hace feliz.

Como os dije antes llevo apenas unos días con este cambio en mi alimentación y ya he notado mejoras en mi cuerpo.

Lo primero que he notado es que no siento hambre ni la necesidad de comer que tenía antes.

La verdad es que en estos días de confinamiento, además de la escasa movilidad no paraba de hacer viajes al frigorífico, sobre todo por la noche cuando estaba viendo el televisor.

Creo que no era por hambre realmente sino por necesidad de comer, por ansiedad. Así que esto ya no lo necesito.

Lo segundo que he notado es que tengo unas digestiones mejores y menos inflamación de tripa y que los molestos y desagradables gases han desaparecido.

También me siento mejor conmigo misma y he retomado las ganas de hacer cosas que últimamente había perdido, así que el cambio ha sido de lo más positivo.

Voy a ir compartiendo con vosotros los menús de lo que tomo cada día y los cambios de mi cuerpo.

Y también he pensado en compartir las recetas de los menús que hago y que son muy sencillas.

Por supuesto que no soy experta en nutrición y que no pretendo que sigáis mis consejos.

Tan solo pretendo compartir mi experiencia y por supuesto que agradeceré vuestros maravillosos comentarios con las aportaciones que queráis hacerme.

En cuanto a mi alimentación debo deciros que quiero que sea lo más sana posible y que para ello lo primero que voy a hacer es eliminar de ella prácticamente los alimentos procesados y preparados.

También he cambiado la harina y la pasta por las que contienen cereales integrales.

Además he suprimido el azúcar (sobre todo el refinado) y he reducido bastante la sal (incluso en ocasiones no la pongo). He introducido también bebidas vegetales y verduras crudas, además por supuesto de las cocinadas.

En cuando a carnes tomo pollo, pavo, ternera (ésta solo una vez a la semana) y todo tipo de pescado.

Todo esto que en principio puede echar para atrás os aseguro que es mucho más agradable de lo que imagináis.

Además camino durante una hora después de la comida y de la cena.

Empiezo mi reto con un peso de 68,300 kg, y una primera receta que os pondré en el siguiente post.

Espero que este cambio en la página os siga gustando lo mismo que mis reflexiones.

Al fin y al cabo hay hay que cuidar de la misma manera mente, cuerpo y alma si queremos sentirnos bien con nosotros mismos y también con los demás.

Y tú que piensas.

¿Te animas a hacerlo conmigo?

¿Quieres saber que sucedió después de quince días?