Cuando venimos a este mundo nos encontramos con una serie de creencias que nos son impuestas y que integramos e incluso llegamos a defender cuando nos dicen algo que va en contra de ellas, sin habernos cuestionado nunca si eso en realidad es algo que realmente pensamos por nosotros mismos.
Estas creencias, que en muchos casos nos limitan, hacen de nosotros personas que realmente no somos y nos llevan a sufrir las consecuencias de no ser quienes realmente hemos venido a ser.
Hemos venido a brillar, a ser felices, a vivir una experiencia única y a compartir además todo esto con los demás y mejorar y crecer cada uno individualmente y también entre todos.
El reprimir nuestra verdadera esencia nos apaga y nos lleva a vivir una vida frustrada y llena de resentimiento con nosotros mismos y con el mundo en general.
Plantearnos esas creencias que los demás consiguieron que hiciésemos nuestras porque ellos mismos jamás se atrevieron a poner en duda, nos liberarán de ataduras que tan solo reprimen nuestra propia manera de sentirnos vivos y que nos llevan a vivir (más bien sobrevivir diría yo) una existencia pensada por otros con unos intereses que no tienen nada que ver con nosotros y lo que vinimos a hacer aquí.
Cuando por algún motivo creas que no puedes conseguir algo que te hace realmente feliz plantéate por qué crees que no podrás lograrlo.
Seguramente descubrirás que ese pensamiento que te lleva a ni tan siquiera intentarlo, está basado en una creencia que te hicieron llegar de alguna manera pero que nunca fue comprobada por ti, tan solo te hicieron creer que era cierta y tu aceptaste que así era.
Llevo ya algunos meses comiendo cereales integrales y la verdad es que me sientan bien así que hoy utilizaré pasta integral en esta receta.
La pasta integral al ser muy rica en nutrientes nos aporta gran cantidad de minerales y vitaminas. Es especialmente rica en fibra dietética, antioxidantes, proteínas, vitamina E, vitaminas del Grupo B y grasas totalmente saludables.
También es rica en minerales como calcio, hierro, fósforo y magnesio. La pasta integral favorece el metabolismo y ayuda al tránsito intestinal.
Es ideal para personas que desean bajar de peso, pues tiene poder saciante. Además resulta muy saludable para el organismo, ya que no genera colesterol ‘malo’ LDL y permite mantener el equilibrio del colesterol ‘bueno’ HDL.
Está claro porque debemos utilizar este tipo de pasta y abandonar el uso de las harinas refinadas.
Para la receta de hoy estos son los ingredientes que he utilizado:
Seguramente habrás oído hablar de ellos porque ya hace algún tiempo que se pusieron de moda.
Es una manera cómoda de consumir las frutas y verduras que nos son tan necesarias y que a algunos les cuesta tanto tragar.
Además están exquisitos y son muy nutritivos.
Yo los utilizo para desayunar y también para la merienda.
A mi me gusta que queden más bien como si fuera un puré y comerlos con cuchara, pero en esto como en todo hay gustos.
Vamos a ver ahora algunas de las muchas ventajas que recibirá nuestro cuerpo al tomar este rico batido.
Las zanahorias contienen varias vitaminas, en especial: vitamina A, vitamina E y vitamina K. También tienen altas cantidades de betacaroteno, que es un pigmento que se transforma en vitamina A dentro de nuestro organismo. Son una fuente importante de hidratos de carbono. Son también ricas en potasio y fósforo, y excelentes para mentes cansadas y para restaurar los nervios y además fortalece las uñas y el cabello, al que le aporta brillo.
La naranja es un poderoso antioxidante por la gran cantidad de vitamina C que contiene, por ello favorece la cicatrización y refuerza es sistema inmunológico de organismo. También contiene calcio, magnesio, beta caroteno, ácido fólico, fósforo y potasio, entre otras cosas. Es rica en agua y fibra alimentaria, por lo que tiene una gran eficacia saciante.
La manzana es fuente de calcio y fósforo, indispensables en la formación de las sales minerales del hueso. También aporta vitamina C, que interviene en la formación de la sustancia matriz del hueso.
Y una vez conocidas algunas de las ventajas de tomarlo vamos a ponernos manos a la obra.
Para hacer esta deliciosa receta he necesitado:
Una zanahoria mediana
Media naranja
Media manzana
1/2 taza de leche de avena
De esta última he utilizado media taza porque como os he explicado antes a mi me gusta que la consistencia sea espesa pero en el caso de que os apetezca que sea más ligera e incluso como si fuera un zumo solo tendríais que añadirle más cantidad e incluso agua.
Como veréis es muy sencillo.
Solo tendréis que trocear todos los ingredientes en la jarra de la licuadora o batidora y darle al botón.
Lo vertéis en el recipiente en el que vayáis a tomarlo y ya podéis sentaros a disfrutar de él porque os puedo asegurar que lo haréis.
Y si queréis deleitaros también con la vista y prepararlo como en mi presentación solo tendréis que añadirle unos trocitos de manzana y media nuez.
He tomado la decisión de dar un cambio importante en mi vida para ser más coherente con lo que pienso sobre la gran oportunidad que nos está brindando esta situación que estamos viviendo por causa de la pandemia por el covid 19, como ya os comenté en el post anterior.
Como pienso que soy la responsable principal de mi cuidado personal y por lo tanto de mi salud he decido comer aún más sano de lo que lo hacía antes.
Después de tener cáncer de colon en 2017, estuve cuidando lo que comía pero me he dado cuenta de que me había relajado y esto añadido a la inactividad que durante casi dos años he tenido por la enfermedad que padecí me han llevado a tener bastantes kilos acumulados que he decidido perder, al igual que la costumbre de comer cosas que no me sientan bien porque no son saludables.
Llegué a pesar 72 kilos. Esta era yo el 21 de enero de este año.
Ya llevo una semana con mi cambio en la alimentación así que he decidido compartirlo con todos vosotros.
He pensado que compartir esta parte de mi experiencia y de mi manera de ver la vida a través de ella me podría acercar aún más a aquellas personas que como yo piensen que las quejas y el echar la culpa a los demás de todo lo que nos sucede a lo único a lo que nos lleva es a seguir cayendo en ese pozo de sufrimiento en el que estábamos antes de descubrir que solo nosotros podemos cuidarnos y amarnos antes de que lo puedan hacer los demás.
Así que me dispongo a compartir con vosotros esta experiencia y este modo de vida que a mi me hace feliz.
Como os dije antes llevo apenas unos días con este cambio en mi alimentación y ya he notado mejoras en mi cuerpo.
Lo primero que he notado es que no siento hambre ni la necesidad de comer que tenía antes.
La verdad es que en estos días de confinamiento, además de la escasa movilidad no paraba de hacer viajes al frigorífico, sobre todo por la noche cuando estaba viendo el televisor.
Creo que no era por hambre realmente sino por necesidad de comer, por ansiedad. Así que esto ya no lo necesito.
Lo segundo que he notado es que tengo unas digestiones mejores y menos inflamación de tripa y que los molestos y desagradables gases han desaparecido.
También me siento mejor conmigo misma y he retomado las ganas de hacer cosas que últimamente había perdido, así que el cambio ha sido de lo más positivo.
Voy a ir compartiendo con vosotros los menús de lo que tomo cada día y los cambios de mi cuerpo.
Y también he pensado en compartir las recetas de los menús que hago y que son muy sencillas.
Por supuesto que no soy experta en nutrición y que no pretendo que sigáis mis consejos.
Tan solo pretendo compartir mi experiencia y por supuesto que agradeceré vuestros maravillosos comentarios con las aportaciones que queráis hacerme.
En cuanto a mi alimentación debo deciros que quiero que sea lo más sana posible y que para ello lo primero que voy a hacer es eliminar de ella prácticamente los alimentos procesados y preparados.
También he cambiado la harina y la pasta por las que contienen cereales integrales.
Además he suprimido el azúcar (sobre todo el refinado) y he reducido bastante la sal (incluso en ocasiones no la pongo). He introducido también bebidas vegetales y verduras crudas, además por supuesto de las cocinadas.
En cuando a carnes tomo pollo, pavo, ternera (ésta solo una vez a la semana) y todo tipo de pescado.
Todo esto que en principio puede echar para atrás os aseguro que es mucho más agradable de lo que imagináis.
Además camino durante una hora después de la comida y de la cena.
Empiezo mi reto con un peso de 68,300 kg, y una primera receta que os pondré en el siguiente post.
Espero que este cambio en la página os siga gustando lo mismo que mis reflexiones.
Al fin y al cabo hay hay que cuidar de la misma manera mente, cuerpo y alma si queremos sentirnos bien con nosotros mismos y también con los demás.