Aprende a estar sol@ y serás feliz

Estar un tiempo solos debería ser una asignatura obligatoria para tod@s antes de tener una relación.

No podemos saber que es lo mejor para nosotros si no sabemos quiénes somos.

Conocernos, aceptarnos con todo lo que somos, bueno y no tan bueno, es la única manera de poder amarnos a nosotros mismos y por ende amar a los demás.

Mientras esto no lo hagamos las únicas relaciones que tendremos serán de dependencia o de conveniencia pero no de amor.

No hay nada que nos haga sufrir más que necesitar que nos valoren y nos amen los demás.

Ceder nuestro propio poder a otras personas para que cuiden de nosotros y nos amen nos lleva directamente a la dependencia y al sufrimiento.
Solo nos sentiremos en paz y seremos felices cuando estemos en paz con nosotros mismos y nos amemos incondicionalmente.

Solo podremos amar a los demás cuando nos amemos primero a nosotros mismos.

Y tu ¿qué piensas?

Me interesa conocer tu opinión.

Rosa María de la Plaza
https://descubreelsentidodetuvida.com


Atrévete a hacer cosas distintas

Es de sentido común: si queremos que las cosas cambien no podemos continuar haciendo lo mismo.

Pero algo sucede que nos paraliza y no tomamos la decisión de hacer algo para cambiar.

Lo justificamos muy bien con frases que empiezan asi: no puedo por… y ahí añadimos la excusa que en realidad está tapando el miedo que sentimos a perder la comodidad en la que nos movemos, que aunque nos cause infelicidad nos mantiene en terreno conocido.

Pero el pavor que nos paraliza es la única barrera que debemos traspasar si queremos que nuestra vida cambie.

Quedarnos en la tranquilidad de lo conocido a la larga nos llevará cada vez a renunciar más a ser quienes somos y a pagar muy caro por ello.

Sin embargo hacernos conscientes de la situación en la que nos encontramos y tomar decisiones para estar en paz con nosotros mismos nos llevará a ser felices.

El miedo sólo está en nuestra mente.

Es nuestro ego el que se encarga de decirnos todas las cosas tan terribles que nos pasaran si nos atrevemos a hacer algo diferente a lo que ya conocemos.

Pero la realidad es que en la mayoría de las ocasiones nunca sucede lo que tanto miedo nos causa y en el caso improbable de que sucediese lo resolveríamos sin dificultad porque estamos preparados para solventar todo lo que nos suceda en nuestras vidas.

Somos mucho más poderosos de lo que pensamos.

Las únicas limitaciones que tenemos nos las ponemos nosotros mismos pero hasta que no aprendemos esto sufriremos creyendo que somos débiles y víctimas de las situaciones que vivimos.

¡No permitas que el miedo te siga paralizando!

Atrévete a dar el paso y te aseguro que todo lo demás vendrá solo.


Las 3 razones por las que alguien se cruza en nuestra vida

Quizás seas de las personas que aún creen en las casualidades y piensas que las personas que están en tu vida lo están por suerte en el mejor de los casos o como una fatalidad que te persigue en el peor de ellos.

Si es así desconoces los motivos por los que estas personas te provocan tener esos sentimientos tan fuertes que en algunos casos pueden llevarte directamente a la gloria o al peor de los infiernos.

Es tu labor plantearte si no serán demasiadas las casualidades que crees que te suceden al repetir experiencias muy parecidas e incluso idénticas con personas que en un principio pueden parecerte muy diferentes.

Tanto si te estás haciendo preguntas como si no te voy a explicar las razones por las que alguien entra en tu vida.

Y si eres inteligente, que seguro que sí, abrirás tu mente y de esta manera dejarás de repetir patrones y de tener malas experiencias.

Verás, todos aparecemos en las vidas de los demás y los demás aparecen en la nuestra para enseñarles y enseñarnos las tres cosas más importantes que debemos aprender todos en la experiencia que estamos viviendo en este momento.

Y esas tres cosas son:

  • Amarnos a nosotros mismos
  • Amar a los demás y a todo lo que existe
  • A recordar lo que realmente somos

La primera es fundamental para conseguir las siguientes pues la mayoría de nosotros nos pasamos la vida buscando que nos valoren y nos amen los demás en lugar de valorarnos y amarnos a nosotros mismos.

Y en ese buscar desde el vacío de sentir que solo seremos felices si nos aman, nos lleva a vivir experiencias muy desagradables que nos hacen tener decepciones amorosas y sufrir.

En estas enseñanzas podemos encontrarnos con personas que nos enseñen desde el amor, si nos cruzamos con personas que ya han aprendido a amarse a sí mismas y que nos enseñarán a que nos amemos de manera bastante agradable o con personas que aún no lo hayan aprendido y que nos lo enseñarán desde el polo opuesto, el miedo, y que nos harán ver lo que no es amar para que aprendamos la lección viendo lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos.

Asi por ejemplo podemos dejar entrar y permanecer en nuestra vida a una persona que nos trate mal y que nos mostrará lo mal que nos tratamos a nosotros mismos permitiéndonos tener este tipo de relaciones y manteniéndolas en el tiempo.

Lo más normal es que nos encontremos con personas que tengan una frecuencia vibratoria bastante parecida a la nuestra y aunque nos cueste admitir que esa persona que nos molesta tanto tiene mucho que ver con nosotros, el universo no da ninguna puntada sin hilo y siempre nos pone delante a la persona perfecta para que aprendamos la lección.

Así que cuanto antes estemos dispuestos a aprenderla, antes pasaremos de curso y asi cuando comencemos a amarnos podremos encontrarnos con personas que nos enseñen sin que sintamos dolor.

La siguiente cosa que aprenderemos es a amar a los demás porque aunque pensamos que los amamos en la mayoría de las ocasiones las relaciones que tenemos son más relaciones de conveniencia o de dependencia que de verdadero amor.

Para amar hay que aceptar a la otra persona tal y como es y sin querer cambiarla.

Pero hay que ser muy sincero para admitir que nos cuesta mucho trabajo aceptar a los demás.

Nos pasamos mucho tiempo juzgando y criticando a los que son diferentes a nosotros y solamente amaremos a los demás cuando admitamos que cada uno venimos a esta vida con un nivel de conciencia diferente y que tratamos de conseguir lo mismo: avanzar en él.

Todos somos necesarios, asi tal y como somos, porque somos únicos e irrepetibles y todos interactuamos con todos desde nuestros propios niveles de conciencia y nos esforzamos por aprender y enseñar para mejorar y avanzar entre todos pues es nuestra función, además de disfrutar de la vida y ser felices.

Y de la misma manera que en el aprendizaje anterior, aparecerán por nuestra vida maestros que nos enseñarán desde puntos muy diferentes como amar a los demás.

Un hij@ al que le gustan las personas de su propio sexo se convierte así en un maestro perfecto para que lo aprendamos, por ejemplo.

Y cuando comenzamos a amarnos y a amar a los demás, aprendemos a la vez que somos una pequeñísima parte de un entramado muy difícil de ver y de comprender pero que abarca muchas formas de vida no solamente la nuestra.

Y en la humildad de sentirnos tan pequeños como un grano de arena y a la vez tan imprescindibles para cumplir con nuestra misión y participar activamente en algo tan impresionante, amaremos a todo lo que existe y es porque somos también una muy pequeña parte de ello como todo lo demás.

Y por último, aprenderemos la más importante de todas y en la que se resumen las tres, aceptar lo que realmente somos y que no es otra cosa que puro AMOR.

Algo que podemos ver en cada bebé que viene (vinimos) a este mundo y que el paso del tiempo y las distintas creencias que nos vienen dadas por las personas que estuvieron aquí antes de nosotros nacer, nos llevan a que olvidemos y que tengamos que recordar en esta gran aventura que todos comenzamos al nacer y que nos llevará a reconocernos y a conectar con la gran energía que somos.


Pillé a mi marido con otra

Hoy compartiré con vosotros lo que me escribió una amiga a la que llamaré Esther:

Hoy volvi a descubrir a mi esposo siendome una vez mas infiel. Ya lo habia hecho antes y yo lo habia perdonado. Lo que hice en represalia fue tomarle una foto con su propio celular acostado en nuestra cama y se las reenvie a sus dos conquistas para que ellas tambien vieran como eran engañadas al igual que yo!!! Sabes algo? Soy divorciada y esto tambien me paso en mi anterior matrimonio. Yo me convenci que soy yo quien atrae a hombres infieles y mentirosos!!! Hoy tengo sentimientos encontrados!! Tengo rabia, fustracion, dolor, ira de todo siento!!!! AYYY DE VERDAD COMO PUEDO SALIR DE ESTA SITUACION???

Yo la he contestado esto:

Como bien dices tu atraes ese tipo de hombre.

Cuando no nos amamos a nosotros mismos nos sentimos faltos de amor y buscamos llenar ese vacío con una persona creyendo que nos dará lo que a nosotros nos falta.

Pero, como atraemos a nuestra vida lo que es semejante a nosotros, mientras no dejes de buscar ese amor fuera de ti y te dediques durante un tiempo a mirar ese vacío que sientes y lo llenes dándote ese amor que buscas fuera de ti a ti misma, siempre encontraras hombres que de la misma manera que tu sienten un enorme vacío, pues no se aman a ellos mismos, y pretenden que una mujer les llene.

Como esto nunca lo conseguirán pues el amor que buscan solo se lo pueden proporcionar ellos mismos, al ver que su pareja después de un tiempo no se lo proporciona, buscarán a otra que si se lo pueda dar y así lo harán sucesivamente.

Te recomiendo que dejes de estar pendiente de tus parejas y dejes de esperar que sean ellos los que te amen.

Dedícate a valorarte tu, a llenar tu vida de buenos momentos y de buena gente.

No te quepa duda de que cuando hayas logrado aceptarte totalmente y amarte con todo lo que tienes de cosas que te gustan más y cosas que te gustan menos de ti, aparecerá en tu vida un hombre que también se valorará y se amará a si mismo y buscará una mujer para compartir su vida dándote lo mejor de él y no pretendiendo que seas tu la responsable de su felicidad.

Nada de lo que sucede en nuestras vidas es por casualidad.

Las personas que se acercan a nuestras vidas lo hacen por un motivo: enseñarnos una lección que tenemos que aprender sobre nosotros mismos.

Cuando una persona nos es infiel nos está mostrando algo que va con nosotros. Algo que aún no hemos solucionado.

Algo que nos impide seguir creciendo, dar lo mejor de nosotros mismos y ser felices.

Si conseguimos tranquilizarnos, superar ese dolor que nos produce esta situación tan emocionalmente impactante y somos capaces de dejar de prestar atención en la persona que nos ha traicionado y la ponemos en nosotros y en que nos ha venido a enseñar,  aprenderemos la lección que la vida nos está enseñando y no volverá a ponernos una situación semejante de nuevo para que podamos aprenderla en esta otra ocasión.

¿Y tu que piensas?

Déjame tu comentario. Me interesa conocer tu opinión.


El camino de Paula

Una amiga a la que llamaremos Paula (por supuesto que el nombre es ficticio) me dejó esto en mi correo electrónico:

A estás alturas de mi vida me he cuestionado si realmente lo que he hecho ha contribuido a no haber podido encontrar el camino.

Esta es mi respuesta:

Todo lo que hacemos es lo único que pudimos hacer en el momento en el que lo hicimos. 

Arrepentirnos de algo que hemos hecho tiempo atrás además de no llevarnos nada más que a sufrir, es absurdo pues nunca podremos cambiarlo.

Saber que hubiera pasado si hubiésemos tomado otra decisión nunca podremos saberlo por el simple hecho de que eso nunca sucedió. 

Solemos pensar que necesitamos llegar a algún sitio o alcanzar alguna meta y precisamente es todo lo contrario.

El camino como tu dices simplemente es la vida y las distintas experiencias que nos va aportando.

Ninguno tenemos el mismo nivel de conciencia y cada uno necesitamos nuestras propias experiencias para crecer y evolucionar.

Ten por seguro que en tu camino tuviste que realizar cada una de las cosas que hiciste y que lo que hayas conseguido y lo que seguirás consiguiendo es gracias al camino que ya llevas andado.  

Todos aprendemos de nuestras experiencias, las que nos gustan y las que no y sobre todo aprendemos las lecciones más importantes de estas últimas. 

Confía en que lo que sucede siempre es lo correcto aunque tu pienses que no, porque la vida siempre nos pone delante lo que necesitamos en ese preciso momento.

Espero haber podido ayudarte con mi respuesta.

Un abrazo.

Si, como Paula, queréis hacerme alguna pregunta o comentarme algo que os preocupa ahora podemos compartirlo en esta nueva sección, con total discreción como habéis visto en este caso.

Así entre todos podemos ayudarnos a crecer y cada día ser más conscientes y mejores.

Podéis hacerlo de estas tres formas: escribiéndome un correo a descubreelsentidodetuvida@gmail.com, enviándome un mensaje por privado o dejando el comentario en cualquiera de mis publicaciones.














¡Déjate querer y además mucho!

Una gran mayoría de nosotros solemos sufrir porque creemos que las personas no nos quieren por nosotros mismos y que hasta en algunos casos nos utilizan o se acercan a nosotros para sacar algo.

Asi que nos pasamos los días esperando que los demás nos quieran en sus vidas.

Ser importante para los demás se convierte en una ardua labor en la que nos empeñamos con gran tesón y en la que damos muchas veces bastante más de lo que los otros nos piden, con la pretensión de que esas personas tan importantes para nosotros nunca nos dejen y que nos den el amor que tanta falta nos hace.

Pero resulta curioso que con tanto empeño que ponemos en esta misión, no solemos dejar que los demás nos cuiden o cuando lo hacen estamos tan enfocados en hacer lo que pensamos que los demás esperan o desean que pasamos desapercibidos detalles que tienen con nosotros.

Una gran asignatura que muchos tienen pendiente es precisamente aprender a dejarse amar.

Esto que sin duda también afecta a muchos hombres, sobre todo a las mujeres nos cuesta mucho interiorizarlo pues estamos muy acostumbradas por nuestro propio papel de madres a cuidar de los demás.

Así que nos cuesta delegar ese papel que, sobre todo en las generaciones anteriores, se nos asigna a través de la familia y de la propia sociedad en la que vivimos.

Esto si bien en las nuevas generaciones sucede bastante menos como puedo comprobar a través de mis hijas y de sus parejas, también es cierto que no deja de ser aún hoy en día minoritario, sobre todo a nivel mundial.

Nos cuesta mucho trabajo a las mujeres delegar lo que tenemos muy asumido que es nuestra misión.

Que todo esté bien en nuestras familias se convierte en muchas ocasiones en verdaderos sacrificios que se llevan con bastante resignación olvidándonos de que nosotras también formamos parte de esa familia a la que tanto amamos y por la que daríamos todo lo que estuviera en nuestras manos.

Y esto que sin duda está muy bien pues el amor es lo mejor que podemos dar a las personas que queremos y al mundo en general, se nos olvida que no solamente va en una dirección sino que lo mismo que sale de nosotros hacia los demás y ellos son los receptores, también somos los receptores de ese amor que nos aportan los otros y que tiene que nutrir a nuestras almas para que esa energía siga fluyendo de una manera sana y que sea beneficiosa para todos por igual.

Porque cuando solo funciona en una sola dirección el amor no fluye adecuadamente y se puede convertir en algo que en lugar de aportarnos beneficios sea la causa de nuestra infelicidad.

Y nos la estaremos causando cada uno a nosotros mismos sin darnos cuenta de ello.

Tenemos que dejar espacio a los demás para que puedan permitirse el darnos amor.

Porque si les agobiados con el nuestro les haremos inútiles para que puedan dárselo a los demás y les enseñaremos a ser egoístas.

Si pensamos o solemos quejarnos de que los demás abusan de nosotros y de nuestro amor, en realidad lo que estaremos es inconscientemente reconociendo que hemos dado mucho y hemos permitido poco o nada que nos amaran a nosotros.

Con total seguridad porque nos creemos poco merecedores de ese amor que reclamamos y que nunca nos dimos a nosotros mismos y que tampoco permitimos que nos diesen los demás.

Para amar de una manera sana tenemos que aprender primero a amarnos a nosotros mismos y solo cuando hagamos esto estaremos en condiciones de amar realmente a los demás y de permitirles que puedan amarnos.

Así que déjarte querer es igual o más importante que querer a los demás.

Porque nunca podrás enseñar a nadie a que pueda dar lo que tu no tienes para ti.


No eres una víctima

Hace tiempo coincidí en un curso con una persona que parecía muy simpática.

La típica persona que no para de hablar y siempre está haciendo bromas para que los demás se rían.

Como al salir tomábamos la misma dirección, empezamos a hablar y a tomar un café en algunas ocasiones.

Él siempre tenía algo de lo que hablar y al ser gracioso yo me reía y pasaba ratos agradables.

De pronto un día empezó a hablarme de cosas personales y por lo que me contó en esa y en otras ocasiones posteriores no era feliz.

Había pasado por varias relaciones de pareja complicadas y que no habían acabado bien.

Además tenía dos hijos con los que apenas tenía contacto, sobre todo al pequeño al que no veía desde hacía más de diez años a pesar de vivir en la misma ciudad.

Con sus padres la relación no era buena y en el trabajo tampoco le iba bien.

Al contarme todas aquellas cosas de él yo pensé que lo haría porque querría ver algún punto de vista diferente al suyo para tener otra visión de lo que le estaba sucediendo e intenté ayudarle de esa manera.

Pero lo único que conseguí fue que nuestras reuniones que ya se habían hecho habituales al salir de clase en el mismo café, pasaran de ser buenos momentos a sentirme incómoda.

Mi amigo no hacía otra cosa nada más que defenderse como si yo le intentase atacar cada vez que le decía que tal vez las cosas no fueran solo así como él las veía.

Yo también le había contado algunas cosas mías para hacerle ver que las cosas no tienen solo una manera de ser, que se pueden mirar de otra forma.

Pero él utilizaba estas cosas que yo le había contado sobre mí para echármelas en cara.

Con el tiempo me di cuenta de que él no me estaba contando aquello para intentar salir de aquellas situaciones que tanto sufrimiento le hacían sentir, según me contaba.

En ninguna ocasión le escuché decir que él podía tener algo que ver en esos problemas.

Si en alguna ocasión llegó a reconocer que él no había actuado bien lo justificó inmediatamente diciendo que lo que había hecho era lo único que le había dejado hacer la otra persona dadas las circunstancias.

Realmente él iba buscando en mí alguien que le diese la razón y que así le apoyase en esa posición de víctima que el mismo se había adjudicado ante todo lo que le pasaba, echando así balones fuera y culpando a todos los demás de todo cuanto le había sucedido hasta ese momento.

Terminó alejándose cuando se dio cuenta de que yo no creía en las víctimas.

Y no creo en ellas porque hace tiempo fui una.

Me sentía muy pequeña y que todo el mundo me utilizaba solo para conseguir lo que querían.

Sentía que nadie me quería y que todos abusaban de mi bondad.

Pero la realidad era muy distinta a la que yo estaba viendo.

Era yo la que estaba permitiendo todas esas cosas que me hacían porque no tenía el valor de ponerles en su sitio porque necesitaba que vieran lo buena persona que era yo y que me quisieran.

Hasta que me dí cuenta de que era imposible que los demás hicieran lo que yo no era capaz de hacer por mi.

Yo no me amaba y todo a mi alrededor me mostraba lo que yo me estaba haciendo a mi misma para que me diese cuenta y reaccionase.

Para que comenzara a darme a mi el amor que mendigaba a los demás.

Porque nadie de fuera sería capaz de darme el amor que solo yo podía darme para llenar ese enorme vacío que sentía.

Tarde tiempo en sanar mis heridas y en amarme con todo lo que soy.

Pero ya no veo víctimas.

Tan solo veo personas que ignoran todo el potencial que tienen y que son incapaces de ver, porque ponen su atención en los demás en lugar de ponerla en si mismas.

Todos somos únicos e irrepetibles y tenemos un valor que no se puede calcular y solo por el hecho de existir somos dignos de amor.

Claro que ese amor empieza por nosotr@s mism@s porque nadie es capaz de dar algo que no tiene para sí.