Y bajando

Otro kilo que se fue acompañado de 300 gramos.

Comiendo sano y cosas deliciosas, ¿qué más se puede pedir?

Por supuesto que nada.

Parece mentira como el cuerpo va recuperando poco a poco lo que en realidad es su forma natural.

Cuando decidí cambiar la manera de alimentarme sabía que esto pasaría.

Iría adelgazando poco a poco hasta que mi cuerpo llegase a su aspecto normal.

Ese que no tiene grasas innecesarias y nada saludables porque ya no las incluyo en mi alimentación.

Pero lo que no sabía era que iba a disfrutar tanto haciéndolo.

En otras ocasiones había hecho dietas porque para mi era fácil acumular peso y siempre me sucedió lo mismo pasé hambre, tuve ansiedad y en poco tiempo volví a recuperar todo lo que había perdido e incluso en ocasiones algunos kilos más.

Ahora sin embargo es totalmente diferente.

Es cierto que he rebajado la cantidad de lo que como pero no solo como algunas verduras hervidas, carnes a la plancha y algunas pocas frutas sino que como de todo tipo de alimentos, menús variados y que además están deliciosos.

Realmente mi meta era cambiar mi alimentación y sanar mi cuerpo pero la recompensa de disfrutar haciéndolo no la esperaba.

Tengo muy claro que esto es para siempre al igual que lo tuve claro la última vez que dejé de fumar, después de varios intentos fallidos, hace más de 24 años.

Tomo cuatro comidas al día, estoy más activa y me siento mejor conmigo misma.

Otros cambios que he introducido en mi vida son los paseos después de comer y en ocasiones después de cenar.

Aunque confieso que en estas últimas dos semanas no lo he hecho, procuro caminar cada día 8 kilómetros o como mínimo 4.

Me lleva una hora cada vez que lo hago, una después de comer y otra después de cenar.

Con el confinamiento he aprendido que se puede hacer sin salir de casa así que no hay excusa.

Yo vivo en un apartamento de apenas 30 metros cuadrados y puedo hacerlo.

Es más me entretengo en ver alguna película mientras lo hago y me resulta más entretenido.

Y por último procuro también que pasen como mínimo 12 horas desde que tomo la cena hasta el desayuno del día siguiente aunque normalmente hago el ayuno de 14 horas y como durante las 10 restantes.

Ya no siento la tentación de levantarme al frigorífico después de cenar mientras desconecto viendo una película o alguna serie hasta que me acuesto.

Además duermo bastante mejor.

En fin que estoy encantada de haberme decidido a cambiar mi alimentación porque solo me está aportando cosas positivas.

Llevo compartiendo todo lo que como desde que empecé este reto el día 15 de mayo en mis dos páginas de Facebook y en Instagram.

Y además comparto las recetas que poco a poco voy incorporando a este blog que de esta manera se completa con lo que hasta que empecé con esto compartía, que era todo lo que aprendí en esta experiencia de vida y que me hace ser feliz.

La manera en que pensamos nos afecta profundamente en nuestra vida y en muchas ocasiones nos hace sufrir.

Con la forma de alimentarnos sucede lo mismo.

Sanar nuestra mente y nuestro cuerpo depende de nosotros.

Amarnos a nosotr@s mism@s es el primer paso para que podamos ser felices y disfrutemos plenamente de la vida.

Es posible cambiar lo que no nos gusta en nuestras vidas.

Tan solo tenemos que tomar la firme decisión de hacerlo y dejarnos de excusas.

Podemos conseguir todo aquello que nos propongamos solo tenemos que dejar de boicotearnos a nosotr@s mism@s y creer que lo conseguiremos.

Amarme me llevó a creer en mi misma y ser cada día más feliz con lo que hago.

Hay que decidir que queremos: si seguir igual y no hacer nada esperando que todo cambie por si solo o tomar las riendas de nuestras vidas, dejar de quejarnos y actuar.

Decidir esto último te cambiará la vida.

Todo consiste simplemente en eso.

Cada pequeño cambio que hagas será el precursor del siguiente y poco a poco irás consiguiendo mucho.

¿Te animas a hacerlo tú también?

¿Quieres saber que sucedió quince días atrás?


Ámate con lo que comes

Llevo unos días  compartiendo en facebook e instragram todo lo que como. 

Esto forma parte de un cambio muy importante en mi vida y que me está haciendo sentir mejor.

Así que ahora en el blog compartiré con vosotros mi forma de ver la vida, no solo con lo que pienso pues lo haré también a través de mi alimentación.

Además iré poniendo recetas por si algún@ de vosotr@s os animáis también a comer de una manera saludable y para mostraros que esto no es incompatible con disfrutar de la comida.

Alimentar el cuerpo, la mente y el alma no es algo que debamos tomarnos a la ligera si queremos ser felices.

He aprendido que estas tres cosas son necesarias para estar en coherencia con todo nuestro ser y por lo tanto esta nueva sección vendrá a completar la página.

Tomar conciencia de que todo lo que comemos influye en nuestro organismo es necesario para conocernos aún más y contribuir a que nuestra salud mejore.

Además es una manera muy importante de amarnos a nosotros mismos y a nuestra parte física.

Casi todos pensamos que comemos saludable.

Hasta que enfermé de cáncer de colon en 2017 yo también lo creía.

Después cambié mi alimentación y me di cuenta de que comer de forma saludable era lo único que NO hacía.

Además conseguí adelgazar sin pretenderlo.  

¿Qué más se puede pedir?

Tras mi recaída y posterior recuperación he estado más de un año sin apenas moverme y ahora con el confinamiento ya ha sido la gota que colmó mi vaso para tomar la decisión de volver a mi dieta saludable, que reconozco que había ido relajando y acabar con esos kilos que he acumulado y mantenerla de una vez para siempre.

Va a ser una carrera de larga distancia pues no se puede perder en poco tiempo lo que se ha ido acumulando durante meses o incluso años.

Pero no pretendo solo quitarme el peso que me sobra sino tener una vida saludable y disfrutar comiendo.

Y os puedo asegurar que se pueden hacer las tres cosas.

Así que os invito a que veáis el blog y saquéis vuestras propias
conclusiones.

https://descubreelsentidodetuvida.com/blog/

Tal vez alguno os animéis a hacer lo mismo y si es así me encantaría que lo compartierais conmigo.