Un nuevo comienzo es posible

 

El cambiar las cosas que no nos gustan es posible, tan solo hay que tomar la decisión de hacerlo y actuar para que así sea.

Si supiéramos que la vida tan solo nos refleja lo que nosotros pensamos y sentimos nos ahorraríamos mucho sufrimiento.

Podemos transformarnos y transformar cualquier cosa, pero para ello hay que tomar la firme decisión de cambiar nuestra manera de pensar y nuestra actitud.

Permanecer haciendo lo mismo, quejándonos y esperando un milagro que resuelva nuestros problemas es una visión inmadura que a lo único que nos lleva es a seguir sufriendo.

 

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La vida está esperando que decidas ser feliz

 

Tenemos que ser valientes y luchar por lo que queremos.

Aunque desde esa visión parezca que no es posible que salgamos de donde estamos, es tan solo nuestra mente la que nos está impidiendo avanzar y salir del círculo vicioso en el que nos encontramos y que lo único que nos hace es mantenernos en lo conocido aunque el coste de esta «seguridad» nos esté costando un enorme sufrimiento.

El primer paso será el más difícil de dar porque será el que más miedo nos de.

El comprobar que no sucede nada de lo que nos atemoriza y nos paraliza, nos dará el ánimo que necesitamos para dar el siguiente.

 Y así, despacio, paso a paso avanzar en la dirección que deseemos y ver grandes cambios.

 En realidad, la vida solo está esperando que tomemos la decisión de ser felices.

 

¿Y tú que opinas?

Escribe tu comentario. Me interesa conocer tu opinión.

 

¿Sabías que centrarnos en lo que pensamos y acallar lo que sentimos nos lleva directamente al sufrimiento?


EL CORAZÓN Y LA INTUICIÓN.

 


Cuando se acaba una relación

 

 

Cuando terminamos una relación deberíamos estar un tiempo solos, recapacitando sobre lo que nos ha ocurrido en ella.

Pero la mayoría de nosotros deseamos o bien que nuestro ex regrese o que alguien nuevo entre en nuestras vidas para volver a ilusionarnos y olvidarle cuanto antes.

En realidad lo que nos está sucediendo en estos dos casos es que nos está dando pánico encontrarnos con nosotros mismos, con nuestras emociones y sentimientos, con nuestros miedos más profundos.

Y eso precisamente es lo que nos pone delante la vida.

Para que dejemos de evitarlos y los enfrentemos, para que salgamos victoriosos en esa batalla con nuestro inconsciente.

El miedo a sentirnos abandonados es uno de nuestros temores más terribles, pues nos enfrentamos a él con el pensamiento de nuestro niño herido cuando no lo hemos superado.

 

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Que nos enseña una ruptura amorosa


Cuando somos niños lo peor que nos puede pasar es que nos abandonen  no sólo por nuestra propia supervivencia física sino por algo tan importante como nuestra salud emocional, que será la que realmente marque nuestra vida pues nuestros pensamientos están basados en nuestras emociones y en nuestras experiencias, y nuestra visión de lo que es la vida está fundamentada en ellos.

El enfrentarnos a nuestras emociones con una visión madura nos alejará de nuestro sufrimiento y nos llevará directamente a sentirnos en paz con nosotros mismos y a la felicidad.

Además cuanto antes lo hagamos antes dejará la vida de ponernos delante a todas esas personas que se cruzan en nuestro camino para que aprendamos que nunca podrán amarnos y que nosotros no podremos amar hasta que nos amemos primero a nosotros mismos.

 

Y tu que piensas?

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¿Sabías que todas las personas que aparecen en tu vida están cumpliendo una importante función?

 

NADIE ESTÁ EN TU VIDA POR CASUALIDAD

 

¿A quién le estás dando el papel protagonista en tu propia historia?


¿Sientes que algo te falta?

 

Hace unos días una amiga me hizo este comentario en uno de mis post:

«Pienso que la vida es dura y en verdad todo pasa por alguna razón buena o mala pero ¿por qué tanto desequilibrio? Hablo por mi. Veo que todo es sacrificio. Al final sientes que no has hecho nada. Que el miedo y la inseguridad te atraparon y piensas que no valió la pena nada. No se, estoy muy confundida con la vida. En verdad cuando nacemos pobres de dinero es tan difícil abrirse caminos. Será que tiene que ser así»

Me gusta compartir con vosotros estos comentarios y mis respuestas porque me dan pie para poder hablaros de algo que yo también sentí en un momento de mi vida y que creo que es muy común.

Cada uno de nosotros percibimos nuestra propia realidad.

Esta realidad subjetiva y personal que cada uno percibimos está basada en las interpretaciones que hacemos de las cosas que nos suceden a través de nuestros pensamientos y nuestras creencias.

La realidad siempre es neutra.

Las cosas suceden por alguna razón y nosotros interpretamos eso que sucede a nuestra manera creando así nuestra realidad.

Ahora bien, nosotros tenemos dos maneras de poder ver la vida y eso tiene que ver directamente con lo que otros nos han enseñado que es y con nuestras propias experiencias, basadas en esos pensamientos que nos han hecho tener sobre en que consiste la vida.

Voy a poner un ejemplo.

Si desde pequeños han confiado en nosotros y en nuestras facultades para salir adelante confiaremos en que podremos resolver cualquier situación que se nos presente solos o buscando la ayuda que necesitemos.

Si por el contrario nos han hecho percibir la vida como difícil o peligrosa viviremos temiendo cualquier cambio que se produzca en nuestra vida por el temor de que nos puede pasar.

Esta fue la respuesta que le di a esta amiga:

Cuando percibimos nuestra realidad desde el miedo sentimos carencia en todos los sitios. Creemos que nunca tendremos suficiente amor, dinero, personalidad, inteligencia…

Entonces pensamos que todo esto se debe a la mala suerte sin darnos cuenta de que lo que percibimos fuera es tan solo un reflejo de como nos sentimos por dentro.

 

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¿Sientes la abundancia que hay en tu vida?

 

El dinero no da la felicidad.

Es cierto que nos aporta comodidades y lujos que no podemos disfrutar si no lo tenemos, pero la felicidad no tiene que ver con nada de eso.

Es feliz el que se siente a gusto con lo que tiene y disfruta de lo que la vida le brinda.

Pero para eso tenemos que vivir desde el amor.

Para vivir desde el amor lo primero que debemos hacer es dejar de culpar de nuestra situación a todo lo que hay fuera de nosotros, responsabilizarnos de las decisiones que tomamos y asumir sus consecuencias.

Todo lo que ves fuera de ti son las consecuencias de decisiones que tomaste en el pasado inconscientemente.

Acepta que no eres perfecta y que lo que te aportan las situaciones que vives son experiencias de las que tienes que aprender.

Supera las limitaciones que te proporcionan las creencias que otros te han proporcionado sobre ti misma y sobre lo que es la vida.

Amate con todo lo que eres, tus cosas buenas y las que no consideras que lo sean.

Cambia las que creas que debes cambiar y acepta las que no puedas y ámalas porque son parte de ti y tu eres amor ya tal y como eres.

Créeme cuando te digo que tienes todo lo necesario para ser feliz, tan solo necesitas hacerte consciente de ello.

 

¿Y tu que piensas?

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¿Sabíais que cuanto más agradecemos lo que hay en nuestras vidas más abundantes nos sentimos?

AGRADECER NOS HACE ABUNDANTES


Una mala noticia es también una gran oportunidad

 

El pasado día 11 me dieron una mala noticia. Tengo cáncer.

Algo me había imaginado después de hablar con el especialista que me hizo la última prueba.

Me dijo que había visto algo que no le gustaba nada y que fuera pidiendo cita con el cirujano mientras lo analizaban.

Yo ya la tenía.

Tardarían diez días en darme el resultado de la biopsia pero me llamaron antes del laboratorio para darme el resultado.

Mi padre había fallecido veinte días antes de cáncer, después de dos años bastante duros así que la situación en la que me encontraba era delicada.

Todo esto de mi enfermedad lo llevo viendo desde el mes de julio y durante este tiempo he tenido diferentes emociones y pensamientos.

Cuando te dicen que eso que te han visto puede ser que degenere o que incluso ya sea cáncer te causa un fuerte impacto.

Soy una persona positiva y antes de saber que era cáncer pensaba que yo no lo iba a tener y que todo iba a ir bien.

Como comenté en este post anterior (Siendo coherente), he sido consciente de que tenía que tomar decisiones y he decidido en todo momento como enfrentarme a este problema que me presenta ahora la vida.

 

Pulsa cuando acabes para ver el post

 

Después del primer impacto cuando me llamaron desde el laboratorio para decirme que el tumor era maligno, los pensamientos han sido claros.

He decidido confiar en que todo lo que me está sucediendo, sea lo que sea, tiene un motivo.

Aún no sé como terminará todo esto ni el alcance que tendrá, pero se que va a ser algo por lo que tengo que pasar y que traerá algo muy bueno.

Se que ahora no puedo verlo y que incluso podría interpretarlo como algo muy malo en mi vida pero no soy capaz de verlo así.

Durante el proceso de la enfermedad de mi padre me causaba dolor el verle como estaba viviéndolo desde el sufrimiento y el miedo en lugar de vivirlo desde la confianza y el amor.

El se quejaba de que se encontraba mal y de que así no merecía la pena vivir, porque tenía la esperanza de volver a estar como antes de tener la enfermedad, a pesar de que cuando le diagnosticaron el cáncer ya le dijeron que tenía metástasis y que no podían quitarlo.

Me dolía ver como no aceptaba la realidad de lo que le ocurría y no disfrutaba de los días en los que se encontraba mejor.

Al no aceptar el proceso de su enfermedad no podía valorar tampoco lo que la quimioterapia paliativa le proporcionó para tener una mejor calidad de vida.

Ahora que yo estoy en mi propio proceso se que debo valorar y disfrutar de todo lo que tengo ahora y de todo lo que vendrá después.

Se que la queja no me servirá de nada y que lo único que me proporcionaría sería tener un estado de ánimo que me llevaría al sufrimiento.

Y no tengo ninguna gana de sufrir más de lo necesario.

Sé que la intervención a la que me voy a someter tendrá una repercusión en mi cuerpo y que durante un tiempo voy a sentir dolor y a estar incómoda.

A día de hoy no sé aún si todo va a terminar cuando me recupere de la operación o si van a tener que ponerme quimioterapia pero lo que si sé es que disfrutaré en cada momento de sentirme viva.

 

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Disfrutar de la vida es nuestra misión

 

Sé que la vida en ocasiones nos pone delante cosas que no nos agradan y que incluso nos pueden causar dolor pero también se que el sufrimiento no es algo que nos traiga la vida.

El sufrimiento nos lo proporcionamos nosotros con lo que pensamos que nos está sucediendo.

Y yo no quiero sufrir.

He decidido que no quiero vivir desde el miedo nunca más.

He tomado la decisión de vivir desde el amor con todas las consecuencias.

Vivir desde el amor conlleva el confiar en que todo lo que está sucediendo es necesario y para un bien mejor.

Es aceptar la vida tal y como viene y fluir con ella.

Es vivir desde la incertidumbre de no saber que sucederá pero también es dejarme sorprender por lo que la vida disponga para mi en cada momento.

Es dejar atrás el control y la seguridad que me proporciona lo cotidiano y todo lo que conozco y que me hace percibir la vida como un sobrevivir monótono y sin sentido.

Es apreciar cada momento, sin pensar en el pasado ni en lo que pasará después.

Es sentir el maravilloso milagro en que consiste estar viva.

Es, en definitiva, sentirme viva.

 

¿Y tu que piensas?

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¿Sabías que la vida siempre está dispuesta a darnos lo que le pedimos?

LA VIDA ESTÁ ESPERANDO QUE DECIDAS SER FELIZ

 

 


¿Existe la realidad?

 

Aún me sorprende comprobar que la realidad que cada uno percibimos es el fruto de lo que pensamos que es la vida.

Cuando yo no era consciente de que esto era así tenía la percepción de que mi visión sobre la realidad era la misma que la de todo el mundo.

Al fin y al cabo era la realidad, ¿no?

La definición de realidad según el diccionario de la R.A.E. es: Existencia real y efectiva de algo. Verdad, lo que ocurre verdaderamente.

Pero  en el mundo dual en el que vivimos nos olvidamos de que las cosas que suceden no son ni buenas ni malas, siempre son neutras.

Esa es la realidad que define el diccionario, lo que sucede verdaderamente.

Sin embargo nosotros no somos imparciales a la hora de observar la realidad.

 

Te invito a que cuando termines leas este otro artículo del blog

Nuestros pensamientos crean nuestra realidad

 

Interpretamos lo que ha sucedido según las creencias que nosotros tenemos y nos posicionamos según esta interpretación.

Nuestros pensamientos nos harán percibir ese hecho como bueno o malo, sin darnos cuenta de que la realidad no es  ni una cosa ni la otra.

Cualquier cosa que suceda tiene las dos cosas. Todo dependerá de donde nosotros pongamos nuestra atención.

Un despido por ejemplo, que la mayoría interpretará como algo negativo, puede ser una oportunidad para cambiar y liberarnos de un trabajo monótono y aburrido que nos estaba amargando la vida y que no nos atrevíamos a dejar.

Cuando aprendes esto se abre una gran puerta y tu mundo cambia por completo.

Te das cuenta de que puedes interpretar las cosas de manera diferente, pues cada uno de nosotros tenemos nuestra propia percepción de la realidad.

Empiezas a comprender también por que en ocasiones otras personas  no están de acuerdo con nosotros sobre lo sucedido pues sabes que tienen su propia interpretación basada en sus propias creencias.

Darnos cuenta de esto nos hace plantearnos de donde vienen esas creencias. Si son realmente nuestras o si nos han sido trasmitidas.

Esto nos hace replantearnos muchas de ellas y nos da el poder de deshacernos de algunas que lo único que hacen es que nos sintamos limitados y que no podamos desarrollarnos como los seres maravillosos que somos.

Algunas de las creencias que tenemos están basadas en nuestras experiencias pero la mayoría de ellas nos han sido trasmitidas por la familia y la sociedad desde que nacimos.

Incluso las nuestras están basadas en experiencias que han sido interpretadas por nosotros de acuerdo a lo que pensamos que nos ha sucedido, pero como hemos visto antes esta percepción no ha sido real, siempre ha sido nuestra versión de la realidad.

Es nuestra responsabilidad el plantearnos si esas creencias en las que están basadas las interpretaciones en la que se basa nuestra percepción de la realidad son verdaderas como nos han hecho creer.

Es nuestra responsabilidad ser felices.

 

Y tu ¿qué piensas?

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¿Sabías que somos los auténticos creadores de nuestra vida?

SOMOS LOS CREADORES DE NUESTRA VIDA

 

 

 


Siendo coherente

 

A veces me siento extraña.

No se que es lo que me sucede pero hay algo en mi que me dice que no estoy siendo coherente.

Entonces necesito parar.

Se me olvida que todo lo que sucede no es ni bueno ni malo, es neutro y que yo tan solo estoy interpretando eso que sucede para crear mi realidad.

En esta ocasión me enfrento a una intervención quirúrgica a la que no me quiero someter pero que me recomiendan para evitar un mal mayor.

Todo empezó hace un año en el que por un error de interpretación de la doctora que me atendió en el resultado de una prueba, no me habló de la gravedad de lo que allí se describía creyendo que se refería a algo que en la misma prueba me habían extirpado.

Me recomendó volver a hacerme la prueba otra vez pasados unos meses pero yo, al  no tener ningún síntoma, pensé que ya se había solucionado y no volví a pensar en ello.

Hasta que un año después de nuevo apareció el síntoma que me llevó a su consulta.

Consulté con otra doctora en esta ocasión y ella entendió de otra manera los mismos resultados que me mandó la anterior y me habló de que lo que me habían detectado en la prueba era un tumor y que no tenía nada que ver con lo que me habían quitado.

Fue muy clara y me dijo que después de un año existía la posibilidad de que ahora fuese más grave.

Me volvió a mandar la misma prueba y tras el resultado  comprobó que el tumor había crecido y había que hacer una intervención quirúrgica para quitarlo.

Siempre he sido una persona positiva y también me considero valiente y aunque el impacto de la noticia me sorprendió en todo momento pensé que todo iría bien.

Cuando fui a hablar con el cirujano me dijo que la intervención iba a ser bastante más compleja de lo que yo esperaba por prevención de lo que pudiera ser más adelante en el caso de no haber quitado todo.

Reconozco que me entró miedo y me hice las pruebas del pre-operatorio enseguida, pero cuando las estaba terminando me asaltó la duda de que debía de hacer.

Si yo estaba creando mi realidad podía hacer que la enfermedad desapareciera por mi misma, pensé.

Al fin y al cabo eso era lo que yo creía y me estaba sintiendo incoherente al actuar desde el miedo.

No sentía ganas de escribir ni de continuar haciendo las cosas que siempre hacía.

Sentía que no podía seguir compartiendo cosas que yo no era capaz de hacer.

Tenía que aclararme. Así que decidí centrarme en mi misma.

Yo tenía que tener la respuesta, puesto que es mi realidad.

Y decidí confiar.

 

Tenemos el poder de transformar lo que queramos

 

Sabía que de alguna manera me llegaría la respuesta que esperaba para tomar una decisión que fuera coherente con lo que pensaba y sentía.

En todo un año no había vuelto a tener ningún síntoma y solamente volví a tenerlo dos veces en el último mes.

Así que decidí hacerle caso a mi cuerpo y acordé conmigo misma que si volvía de nuevo el síntoma eso significaría que tendría que tomar la decisión de operarme y que si no volvía, eso me haría tomar la decisión de no hacerlo pues yo misma podría con ello.

Durante una semana estuve bien, tranquila. Pensando y sintiendo que estaba siendo coherente y no estaba actuando desde el  miedo.

Tanto la doctora que me mandó la prueba esta segunda vez, como el especialista que me la hizo, como el cirujano me recomendaban que me operase.

Fui consciente que ellos me estaban haciendo esa recomendación basándose en sus conocimientos y también en su propio miedo. Eso era lo que probablemente ellos harían desde su propia percepción de su realidad.

Pero yo tenía que tomar la decisión desde la mía.

Y entonces cuando estaba pensando y sintiendo que estaba siendo coherente y cuando más tranquila me encontraba… apareció de nuevo el síntoma.

Ahora el mensaje era claro. Mi cuerpo manifestaba la necesidad de que la intervención eliminase esa parte de mi que no estaba funcionando correctamente.

Reconozco que no me hizo gracia ver esa señal porque supone para mí perder una parte de mi cuerpo de la que no quiero prescindir además de una cicatriz que no me agrada tampoco.

Pero también fui consciente de que me daba igual la decisión que fuese a tomar porque las dos me llevarían a sentir miedo por lo que me sucediese después.

 

Te invito a que cuando acabes veas también este post

Nuestros pensamientos crean nuestra realidad

 

Y entonces me dí cuenta de que lo que me está sucediendo puedo interpretarlo de la manera que yo quiera pues es mi propia realidad.

Puedo percibirlo como una desgracia y esto me llevará a a sentirme mal durante todo el proceso (incluso puede que durante el resto de mi vida) y probablemente a que no se solucione mi problema y vuelva a tener otros más adelante.

Pero existe otra opción.

Puedo percibirlo como algo que también es: una gran oportunidad para mí.

Y comprendí que es mi gran oportunidad de enfrentarme a mis miedos.

De ser consciente de que todo lo que me sucede siempre tiene que ver conmigo.

De comprobar que detrás de todo hay algo que me va a hacer crecer y a dar de mi lo  mejor de mi misma, aunque en el momento en que esto suceda a mi me parezca verlo todo negro.

Y entonces reconocí la oportunidad que me ofrece mi vida en este momento de reconocer, amar y trascender  esa parte de mi que me deja paralizada cuando siento miedo.

Y tomé mi decisión siendo coherente.

Ahora todo ha cambiado.

No estoy tomando la decisión desde el miedo, ahora siento que  mi cuerpo (yo misma) soy la que decido que es lo mejor para mi.

Yo soy la única responsable de las decisiones que tomo.

Los médicos que me atienden me brindan sus conocimientos, me asesoran y me brindan su maestría y sus capacidades pero yo soy la única que decido sobre mi vida y sobre mi realidad.

Responsabilizarme de mi conlleva el tomar decisiones y aceptar las consecuencias de ellas.

Ahora me siento coherente y en paz conmigo misma.

Gracias universo!!!

 

Y tu que opinas?

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¿Sabías que tras los sucesos que percibes como peores se encuentran grandes oportunidades para ti?

CUANDO TODO SE COMPLICA

 


La vida está esperando que decidas ser feliz

 

Cuando no estamos conectamos con nosotros mismos vivimos desde el miedo y tenemos la percepción de que la vida es difícil e incluso la podemos sentir como peligrosa.

Pero la realidad es muy diferente.

La vida que cada uno de nosotros percibe es totalmente subjetiva, pues está basada en nuestras propias interpretaciones sobre lo que nos está sucediendo.

 

Para ver como sucede esto os recomiendo leer este otro artículo del blog.

 

Pero esa percepción que tenemos no es real pues está basada en un montón de creencias y de prejuicios que no son nuestros, pero que al no haberlos cuestionado en este continuo hacer que desde la sociedad que vivimos se nos impone, ni tan siquiera hemos sido capaces de discernir ni de separarlos de nosotros mismos y los hemos llegado a hacer incuestionables y realidades inamovibles.

Debemos de aprender a pararnos y cuestionarnos todo lo que hasta ahora hemos creído que somos y que es la vida para poder acercarnos a sentirla  como lo que realmente es: un maravilloso milagro.

Un milagro en el que estamos participando la mayoría desde la no consciencia de saber que esto está sucediendo y por lo tanto sin tener idea del alcance que supone lo que desde nuestra vida estamos aportando a todo lo que existe y es.

Pero aunque esto sea así es perfecto.

Entre todos nos proporcionamos lo que cada uno necesitamos para que crezcamos y nos desarrollemos y realicemos lo que vinimos a hacer aquí.

Vinimos esta vida con un propósito, con una misión que podría resumirse en descubrir quienes somos disfrutando de estar vivos y ayudar a los demás a que lo hagan también.

Todos contamos con talentos y dones que son únicos en cada uno de nosotros.

Todos estamos aquí porque somos necesarios y sin nosotros y nuestra aportación el mundo no sería igual.

Si yo no hubiera existido mis hijas, por poner un pequeño ejemplo, y lo que ellas están aportando no existirían tampoco.

Cuando vivimos desde el miedo lo más importante para nosotros es protegernos ante cualquier posibilidad de que podamos sufrir.

 

Te invito a que veas también este otro post

Eres mucho más de lo que piensas

 

 

Abandonar la creencia de que existen cosas buenas y malas y aceptar que son tan solo experiencias que nos van a aportar cosas importantes para nosotros hará que podamos conectar con nosotros mismos y con la vida.

Lo que es la vida para cada uno de nosotros empieza y acaba con nosotros mismos.

Nadie va a percibirla exactamente igual que la percibimos nosotros.

Por eso lo que la vida nos mostrará siempre es un reflejo de nosotros mismos.

Si la percibimos como peligrosa nos mostrará los peligros que necesitamos para que nos autoconfirmemos.

Si la percibimos como maravillosa nos mostrará las maravillas que necesitamos para que nos autoconfirmemos también.

Todo depende de lo que pensemos y creamos que es la vida.

Para cada uno de nosotros es diferente porque la percepción que tenemos de ella siempre es subjetiva.

Por ese motivo también tenemos en nuestra mano la posibilidad de ver la vida como nosotros deseemos verla.

Hasta ahora la has visto desde el miedo y la no consciencia porque habías hecho caso de las creencias y prejuicios que otros que estuvieron antes que tu te habían inculcado desde su miedo y su propia no consciencia.

Pero ahora tu puedes elegir que es lo que quieres hacer con tu vida.

Puedes elegir seguir viviendo como hasta ahora echándole la culpa de lo que te sucede a todo lo que hay fuera de ti, incluyendo a la vida misma.

O por el contrario decidir responsabilizarte de ti mismo y ser feliz.

La vida solo está esperando a que tomes la decisión que tu desees para mostrártela.

 

¿Tú que piensas?

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¿Sabías que disfrutar de la vida es nuestra misión?


DISFRUTAR DE LA VIDA ES NUESTRA MISIÓN

 

 


Acepta los regalos que te hace la vida

 

En estos días he podido comprobar que la vida nos hace regalos constantemente y nosotros somos los que por diferentes razones no somos capaces de verlos.

Con nuestros juicios sobre todo lo que nos sucede, sobre los otros y sobre nosotros mismos nos perdemos un montón de cosas maravillosas que se nos presentan y que nos hacen incapaces de poder disfrutar.

Creemos que las cosas tienen que suceder de determinadas maneras para que sean correctas.

Pensamos que si no suceden de esa forma, están mal y no podremos disfrutar de ellas.

Y si por casualidad nos damos permiso para hacerlas, no las disfrutamos plenamente porque nos sentimos culpables de ir en contra de esas creencias que no son realmente nuestras y que son limitantes.

Pero la vida lo que constantemente nos está mostrando es que no debemos de hacer juicios de nada ni de nadie, incluyéndonos a nosotros mismos.

Cuando ante cualquier situación que se nos presenta dejamos de hacer juicios y dejamos de esperar que nos suceda cualquier cosa, se producen milagros maravillosos.

Nos pasamos gran parte de nuestro tiempo poniéndole pegas y barreras de cualquier tipo a la vida ante cualquier intento de mostrarnos su magia.

 

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Deja que la vida te sorprenda

 

Se nos manifiestan todo tipo de posibilidades de disfrutar de estar vivos y somos incapaces de reconocerlas y las apartamos como si fueran un peligro para nuestra vida cuando realmente son todo lo contrario.

Son nuestras grandes oportunidades de sentirnos vivos pero nuestro miedo a que las cosas no sucedan como nos han hecho creer que tienen que suceder lo único que consigue es que nos paralicemos y percibamos la vida como algo peligroso y en muchas ocasiones como un camino de sufrimiento.

Aprender a disfrutar de todo lo que nos presente la vida es nuestra gran asignatura pendiente y para aprobarla es imprescindible que dejemos de hacer juicios y de tener expectativas.

Cuando pretendemos controlar la vida y luchamos contra lo que no nos gusta  o no lo aceptamos nos hacemos infelices a nosotros mismos y nos causamos sufrimiento.

La vida no nos hace sufrir.

Somos nosotros con lo que pensamos que nos está sucediendo los que nos causamos placer o sufrimiento.

Solo nosotros mismos podemos hacer que la percepción que tenemos sobre lo que nos está sucediendo sea de una o de otra manera.

Pero también somos nosotros los únicos que podemos cambiar nuestra propia percepción de nuestra realidad y dejar de sufrir y ser felices.

 

Y tú ¿qué piensas?

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¿Sabías que la idea que tenemos de lo que es el amor en realidad está basada en una visión inmadura y egoísta?

¿QUE ES EL AMOR?

 

 

 

 

 


Eres mucho más de lo que piensas

 

Nuestra vida cotidiana con todas las ocupaciones y obligaciones que tenemos nos puede hacer olvidar que la felicidad se basa en sentir lo maravilloso que es estar vivos y poder disfrutar de todo lo que nos sucede.

Cuando vivimos desde el miedo pensamos que la vida tiene cosas buenas y cosas malas y centramos nuestra atención en las que consideramos que nos perjudican dando por hecho que cuando nos suceden las buenas es porque las cosas tienen que ser así siempre para que seamos felices.

Estos nos hace tener una visión distorsionada de lo que es realmente estar vivos y de la vida en general.

Estar vivos conlleva riesgos pero esto no debe de darnos una visión negativa de la vida.

Por el contrario si todo fuese bueno no tendríamos manera de saberlo si no pudiésemos compararlo con todo lo contrario.

Tenemos en general una visión muy limitada de la vida cuando la percibimos desde el miedo.

 

Te invito a que veas este post

Aceptar o soltar

 

Nos olvidamos por ejemplo, de que sufrir por un desamor lleva detrás haber disfrutado con esa persona y también de que todo final a la vez es también un principio de algo nuevo y que también puede ser maravilloso, si nos permitimos a nosotros mismos que así sea.

Todo depende de nuestra actitud ante todo lo que se nos presenta.

No podemos controlar que nos quiere mostrar la vida pero si podemos decidir nuestra actitud ante ello.

Se puede disfrutar de absolutamente todo si somos conscientes de que la vida en sí es un milagro en el que estamos participando solamente por un tiempo y por una razón.

No debería importarnos tampoco descubrir cual es la razón por la que estamos vivos porque en realidad no estamos aquí para descubrirlo.

 

Te invito a que cuando acabes leas este post

Disfruta de la vida

 

Estamos aquí para disfrutar de la vida y para aportar nuestro granito de arena para que otros también lo puedan hacer.

La manera en que cada uno de nosotros lo consiga es cosa nuestra.

Solemos tener una visión muy limitada de nosotros mismos y de la influencia de nuestra propia vida no solamente en las personas que conforman nuestro entorno sino en las de todas las que existen en la actualidad y en las que vendrán después de nosotros.

Si nos diésemos cuenta de que todo lo que ha sucedido en nuestras vidas («bueno y malo«) nos ha llevado a estar donde estamos en este preciso momento y si fuésemos conscientes de todo lo que hemos aportado a otras personas y esas a su vez a otras y así sucesivamente seríamos capaces de reconocer el maravilloso milagro en el que estamos todos participando a la vez.

Se trata de nuestra propia evolución, de la evolución de los demás, de la del propio planeta y de todo lo que existe y es.

En todo eso estamos participando y nadie, absolutamente nadie podría hacerlo como lo estamos haciendo nosotros.

 

Y tú,  ¿qué piensas?

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¿Crees que te mereces lo que tienes o piensas que te mereces algo mejor?

¿QUE TE MERECES?


¿Qué es el amor?

 

Pensamos que cuando amamos a alguien o alguien nos ama a nosotros debemos ser siempre su prioridad y que además esa es la señal de que verdaderamente nos ama.

Ese pensamiento nos lleva también a esperar que el otro también desee lo mismo por nuestra parte y a actuar de la misma manera para darle muestras de nuestro amor verdadero.

Pero esa idea que tenemos del amor está basada en unas creencias que tenemos cuando vivimos desde el miedo.

Cuando sentimos que si la persona que amamos no está continuamente pendiente de nosotros es porque no nos ama.

Y esa idea que tenemos, está fundamentada en la mayoría de los casos en un sentimiento muy profundo que tuvimos siendo niños cuando las personas que más amábamos, por diferentes motivos, no nos colmaron con el amor que nosotros entonces necesitábamos.

 

Te invito a que cuando termines leas este otro artículo del blog

 

Este motivo fue el que nos llevó a fijar la atención en lo que nos faltaba en lugar de hacerlo en lo que si teníamos.

Pero esa creencia de lo que pensamos que es el amor está basada en una visión infantil y que con los años no hemos madurado.

Desde ese punto de vista el amor tiene que ver con el recibir de la otra persona lo que nos falta.

La mayoría de nosotros suele confundir el amor con el apego.

El apego tiene que ver con el miedo a perder algo que queremos para nosotros.

Pensamos que si nos aferramos al otro le demostramos que le amamos, pero en realidad lo que estamos haciendo es poner en sus manos que nuestra felicidad dependa de él pero además pretendemos que su propia felicidad dependa también de nosotros y así asegurarnos de que no nos abandone nunca.

Y eso no es amor.

Pretender que alguien sea el que nos haga felices es dejarle a la otra persona la responsabilidad de nuestra propia vida y nosotros evadirnos totalmente de ella.

La visión que tenemos desde el miedo de lo que es el amor nos lleva a querer amarrar al otro para conseguir nuestra  propia felicidad a través de él.

Y cuando el otro no cumple con nuestras expectativas (que será lo más probable) intentamos cambiarle para que nos proporcione lo que nosotros consideramos que debería de darnos para alcanzar la felicidad.

Así al evadir nuestra propia responsabilidad de ser felices por nosotros mismos, cuando no lo somos, ya tenemos el perfecto culpable de la causa de nuestra infelicidad.

 

 

Pero eso no es amor.

El amor en cambio tiene que ver con el responsabilizarse cada uno de su propia vida y de su felicidad para poder compartirla con los demás sin culpar a nadie por no tenerla.

Tiene que ver con el dar al otro para verle feliz.

Con apoyarle para que se encuentre cada vez más a gusto consigo mismo y alcance todo su potencial.

Con aceptarle tal y como es. Con sus defectos y con sus virtudes.

Con darle la libertad de decidir que es lo que quiere hacer con su vida.

Con aceptar su decisión si considera que lo mejor para él es continuarla sin nosotros.

Y con agradecerle todo el tiempo que estuvo a nuestro lado y nos dio su amor.

¿O acaso esto no es lo mismo que deseamos para nosotros?

 

 

¿Tú que piensas?

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¿Sabías que el apego te lleva directamente al sufrir?

EL APEGO Y LOS CAMBIOS