Cuando venimos a este mundo nos encontramos con una serie de creencias que nos son impuestas y que integramos e incluso llegamos a defender cuando nos dicen algo que va en contra de ellas, sin habernos cuestionado nunca si eso en realidad es algo que realmente pensamos por nosotros mismos.
Estas creencias, que en muchos casos nos limitan, hacen de nosotros personas que realmente no somos y nos llevan a sufrir las consecuencias de no ser quienes realmente hemos venido a ser.
Hemos venido a brillar, a ser felices, a vivir una experiencia única y a compartir además todo esto con los demás y mejorar y crecer cada uno individualmente y también entre todos.
El reprimir nuestra verdadera esencia nos apaga y nos lleva a vivir una vida frustrada y llena de resentimiento con nosotros mismos y con el mundo en general.
Plantearnos esas creencias que los demás consiguieron que hiciésemos nuestras porque ellos mismos jamás se atrevieron a poner en duda, nos liberarán de ataduras que tan solo reprimen nuestra propia manera de sentirnos vivos y que nos llevan a vivir (más bien sobrevivir diría yo) una existencia pensada por otros con unos intereses que no tienen nada que ver con nosotros y lo que vinimos a hacer aquí.
Cuando por algún motivo creas que no puedes conseguir algo que te hace realmente feliz plantéate por qué crees que no podrás lograrlo.
Seguramente descubrirás que ese pensamiento que te lleva a ni tan siquiera intentarlo, está basado en una creencia que te hicieron llegar de alguna manera pero que nunca fue comprobada por ti, tan solo te hicieron creer que era cierta y tu aceptaste que así era.
Llevo ya algunos meses comiendo cereales integrales y la verdad es que me sientan bien así que hoy utilizaré pasta integral en esta receta.
La pasta integral al ser muy rica en nutrientes nos aporta gran cantidad de minerales y vitaminas. Es especialmente rica en fibra dietética, antioxidantes, proteínas, vitamina E, vitaminas del Grupo B y grasas totalmente saludables.
También es rica en minerales como calcio, hierro, fósforo y magnesio. La pasta integral favorece el metabolismo y ayuda al tránsito intestinal.
Es ideal para personas que desean bajar de peso, pues tiene poder saciante. Además resulta muy saludable para el organismo, ya que no genera colesterol ‘malo’ LDL y permite mantener el equilibrio del colesterol ‘bueno’ HDL.
Está claro porque debemos utilizar este tipo de pasta y abandonar el uso de las harinas refinadas.
Para la receta de hoy estos son los ingredientes que he utilizado:
Seguramente habrás oído hablar de ellos porque ya hace algún tiempo que se pusieron de moda.
Es una manera cómoda de consumir las frutas y verduras que nos son tan necesarias y que a algunos les cuesta tanto tragar.
Además están exquisitos y son muy nutritivos.
Yo los utilizo para desayunar y también para la merienda.
A mi me gusta que queden más bien como si fuera un puré y comerlos con cuchara, pero en esto como en todo hay gustos.
Vamos a ver ahora algunas de las muchas ventajas que recibirá nuestro cuerpo al tomar este rico batido.
Las zanahorias contienen varias vitaminas, en especial: vitamina A, vitamina E y vitamina K. También tienen altas cantidades de betacaroteno, que es un pigmento que se transforma en vitamina A dentro de nuestro organismo. Son una fuente importante de hidratos de carbono. Son también ricas en potasio y fósforo, y excelentes para mentes cansadas y para restaurar los nervios y además fortalece las uñas y el cabello, al que le aporta brillo.
La naranja es un poderoso antioxidante por la gran cantidad de vitamina C que contiene, por ello favorece la cicatrización y refuerza es sistema inmunológico de organismo. También contiene calcio, magnesio, beta caroteno, ácido fólico, fósforo y potasio, entre otras cosas. Es rica en agua y fibra alimentaria, por lo que tiene una gran eficacia saciante.
La manzana es fuente de calcio y fósforo, indispensables en la formación de las sales minerales del hueso. También aporta vitamina C, que interviene en la formación de la sustancia matriz del hueso.
Y una vez conocidas algunas de las ventajas de tomarlo vamos a ponernos manos a la obra.
Para hacer esta deliciosa receta he necesitado:
Una zanahoria mediana
Media naranja
Media manzana
1/2 taza de leche de avena
De esta última he utilizado media taza porque como os he explicado antes a mi me gusta que la consistencia sea espesa pero en el caso de que os apetezca que sea más ligera e incluso como si fuera un zumo solo tendríais que añadirle más cantidad e incluso agua.
Como veréis es muy sencillo.
Solo tendréis que trocear todos los ingredientes en la jarra de la licuadora o batidora y darle al botón.
Lo vertéis en el recipiente en el que vayáis a tomarlo y ya podéis sentaros a disfrutar de él porque os puedo asegurar que lo haréis.
Y si queréis deleitaros también con la vista y prepararlo como en mi presentación solo tendréis que añadirle unos trocitos de manzana y media nuez.
He tomado la decisión de dar un cambio importante en mi vida para ser más coherente con lo que pienso sobre la gran oportunidad que nos está brindando esta situación que estamos viviendo por causa de la pandemia por el covid 19, como ya os comenté en el post anterior.
Como pienso que soy la responsable principal de mi cuidado personal y por lo tanto de mi salud he decido comer aún más sano de lo que lo hacía antes.
Después de tener cáncer de colon en 2017, estuve cuidando lo que comía pero me he dado cuenta de que me había relajado y esto añadido a la inactividad que durante casi dos años he tenido por la enfermedad que padecí me han llevado a tener bastantes kilos acumulados que he decidido perder, al igual que la costumbre de comer cosas que no me sientan bien porque no son saludables.
Llegué a pesar 72 kilos. Esta era yo el 21 de enero de este año.
Ya llevo una semana con mi cambio en la alimentación así que he decidido compartirlo con todos vosotros.
He pensado que compartir esta parte de mi experiencia y de mi manera de ver la vida a través de ella me podría acercar aún más a aquellas personas que como yo piensen que las quejas y el echar la culpa a los demás de todo lo que nos sucede a lo único a lo que nos lleva es a seguir cayendo en ese pozo de sufrimiento en el que estábamos antes de descubrir que solo nosotros podemos cuidarnos y amarnos antes de que lo puedan hacer los demás.
Así que me dispongo a compartir con vosotros esta experiencia y este modo de vida que a mi me hace feliz.
Como os dije antes llevo apenas unos días con este cambio en mi alimentación y ya he notado mejoras en mi cuerpo.
Lo primero que he notado es que no siento hambre ni la necesidad de comer que tenía antes.
La verdad es que en estos días de confinamiento, además de la escasa movilidad no paraba de hacer viajes al frigorífico, sobre todo por la noche cuando estaba viendo el televisor.
Creo que no era por hambre realmente sino por necesidad de comer, por ansiedad. Así que esto ya no lo necesito.
Lo segundo que he notado es que tengo unas digestiones mejores y menos inflamación de tripa y que los molestos y desagradables gases han desaparecido.
También me siento mejor conmigo misma y he retomado las ganas de hacer cosas que últimamente había perdido, así que el cambio ha sido de lo más positivo.
Voy a ir compartiendo con vosotros los menús de lo que tomo cada día y los cambios de mi cuerpo.
Y también he pensado en compartir las recetas de los menús que hago y que son muy sencillas.
Por supuesto que no soy experta en nutrición y que no pretendo que sigáis mis consejos.
Tan solo pretendo compartir mi experiencia y por supuesto que agradeceré vuestros maravillosos comentarios con las aportaciones que queráis hacerme.
En cuanto a mi alimentación debo deciros que quiero que sea lo más sana posible y que para ello lo primero que voy a hacer es eliminar de ella prácticamente los alimentos procesados y preparados.
También he cambiado la harina y la pasta por las que contienen cereales integrales.
Además he suprimido el azúcar (sobre todo el refinado) y he reducido bastante la sal (incluso en ocasiones no la pongo). He introducido también bebidas vegetales y verduras crudas, además por supuesto de las cocinadas.
En cuando a carnes tomo pollo, pavo, ternera (ésta solo una vez a la semana) y todo tipo de pescado.
Todo esto que en principio puede echar para atrás os aseguro que es mucho más agradable de lo que imagináis.
Además camino durante una hora después de la comida y de la cena.
Empiezo mi reto con un peso de 68,300 kg, y una primera receta que os pondré en el siguiente post.
Espero que este cambio en la página os siga gustando lo mismo que mis reflexiones.
Al fin y al cabo hay hay que cuidar de la misma manera mente, cuerpo y alma si queremos sentirnos bien con nosotros mismos y también con los demás.
Que todos queremos que se acabe cuanto antes lo que estamos viviendo desde que llegó a nuestras vidas el covid 19 es normal.
El horror de ver que todo nuestro mundo se tambalea de un día para otro, nos ha llevado a que no podamos evitar la inseguridad que nos producen los grandes cambios que pueden suceder en nuestras vidas y que constantemente pretendemos apartar de nuestras mentes con la pretensión de asegurarnos de que podemos controlarlo todo y así evitar ver la posibilidad de que podemos perder a nuestra pareja, nuestro trabajo o cualquier persona o cosa que existe en nuestra vida incluyendo nuestra propia vida.
Estos días de confinamiento a mi me han servido sobre todo para darme tiempo para aceptar todo esto aún más si cabe y para asentar todas las cosas aprendidas desde que a finales de 2017 me detectaron cáncer de colon con una posterior metástasis en el hígado que me han llevado a tres intervenciones quirúrgicas y dos tratamientos de quimioterapia.
Han sido días de muchos cambios que han hecho que afloren nuestros más que ignorados temores y que nos ha enfrentado a la más dura realidad que nos gusta evitar a toda costa.
El enfrentarte a una enfermedad grave y con la muerte te llevan rápidamente a tener un cambio muy brusco en la vida. Por eso quizás no me ha afectado tanto como a la mayoría todo esto del coronavirus. Con mi enfermedad ya me enfrenté de manera individual a todas esas cosas a las que se ven abocados todos ahora.
Lo primero que aprendí fue a aceptarlo pues no podía de ninguna de las maneras librarme de ello por mucho que yo desease que aquello no estuviera en mi cuerpo y no tener que pasar por esa experiencia.
Lo segundo a que no quería vivir con miedo pues aunque yo no lo sabía de antes, ya tenía miedos que me estaban impidiendo vivir la vida que yo quería y que me estaban haciendo infeliz desde hacía muchos años.
La tercera cosa que aprendí fue que yo podía ayudar a que la situación mejorase simplemente con la manera en que yo viese y viviera aquello.
Y la cuarta fue que aunque yo no lo entendiera eso que estaba viviendo me vendría bien a mi para más adelante.
Hoy casi un año después y tras tres revisiones estoy sana y compruebo que todo lo aprendido era cierto.
Todo esto lo digo por un motivo. No soy una persona que le guste quejarse sino todo lo contrario. Cualquiera que me conoce sabe que soy muy positiva y que intento encontrarle el lado bueno a todo lo que sucede, pues la vida me ha llevado a aprender todo esto: no existe nada solamente bueno ni nada solamente malo. Todo lo que sucede tiene de las dos cosas.
Por poneros un ejemplo esta misma pandemia que estamos viviendo y que a muchas personas les llevará a la ruina por perder su trabajo o su negocio a otros les está haciendo ganar mucho dinero pues los productos que fabrican o los servicios que prestan ahora se han convertido en esenciales y han tenido que incluso contratar a personas que por estas circunstancias han podido encontrar de esta manera un empleo.
Así que no todo es lo que parece como se puede ver con este ejemplo pues las desgracias de unos pueden ser beneficiosas para otros.
Pero volviendo al tema del principio yo cada vez que oigo que todos queremos volver a la normalidad, a lo de antes, siento tristeza porque pienso que estamos desaprovechando como sociedad la gran oportunidad que nos está brindando la vida para aprender una gran lección.
Que echemos de menos lo que teníamos lo considero normal porque es a lo que estábamos acostumbrados.
No se nos pasaba por la mente que podíamos vivir de una manera diferente y más coherente con nosotros, con lo que somos, con lo que hemos olvidado que hemos venido a hacer aquí.
Reconozco que es muy fácil dejarnos caer en la «comodidad» que nos presenta el vivir en una sociedad de consumo como la que vivimos en la que nos brindan de todo a cambio de que paguemos por ello, por eso pongo las comillas a la palabra comodidad porque además de pagar dinero pagamos también con otras muchas cosas, sobre todo tiempo que no podremos recuperar y calidad de vida.
Una sociedad en la que casi todos podemos disfrutar de casi todo lo que vemos en la publicidad que nos avasalla diariamente y que nos hace creer que tenemos una vida maravillosa si tenemos todas esas cosas que necesitamos para ser felices.
Y digo casi todos porque hipócritamente ignoramos a ese porcentaje de la población que apenas tiene para comer o de los que ni siquiera tienen una casa en la que refugiarse.
Nos quedamos con la mente muy tranquila cínicamente pensando en que viven así porque son unos vagos que prefieren eso para no trabajar y seguimos con nuestras egoistas vidas sin preocuparnos de ese mendigo que vemos pidiendo y que nos muestra esa realidad que preferimos ignorar y que olvidamos en cuanto que caminamos un poco más adelante y vemos un escaparate con cosas bonitas o nos llaman por teléfono.
Esto por no hablar de la cantidad de personas que mueren diariamente de hambre y en guerras en las que como nos pillan muy lejos ni tan siquiera nos paramos a pensar.
Con nuestra forma de vida nos estamos cargando el planeta, no hace falta nada más que ver que es lo que está sucediendo en la naturaleza en estos días en los que estamos confinados. Todo se está regenerando por si solo.
Sin nuestra intervención la Tierra se sana. Con nuestro tipo de vida la Tierra se enferma.
Esto es lo que deberíamos plantearnos en estos días en los que nos vemos obligados a parar.
En todas esas horas que tenemos a nuestra disposición después de que la vida nos ha brindado la oportunidad de que nos paremos a pensar en si verdaderamente esta es la vida que queremos llevar o en si queremos vivir de una manera diferente.
De si queremos seguir en esa pseudocomodidad que nos proporciona tener casi de todo a nuestro alcance pagando por ello el esfuerzo de trabajar muchas horas y de endeudarnos para conseguirlas, o de si damos el gran cambio que nos está pidiendo el planeta y nos conectamos con la naturaleza y disfrutamos de sentirnos vivos a través de ella.
Se que desde el punto de vista de una sociedad consumista como la nuestra es difícil desconectar con ese sistema de vida y que muchas personas nunca lo harán, pero tengo el convencimiento de que parte de la sociedad si que siente que hay que hacer este cambio y que hay que hacerlo ya.
Jamás las cosas se han conseguido de un día para otro. Tampoco la sociedad en la que vivimos siempre ha sido así. Ha hecho falta más de un siglo para que se dieran los factores necesarios que nos llevarán a tener esta forma de vida que nos han proporcionado los avances científicos y tecnológicos de estos últimos años.
Pero también esos mismos avances de la ciencia y de la tecnología creados por nosotros pueden llevarnos a un tipo de vida más natural y en conexión con lo que somos. Con nuestra parte más humana, con las cosas que más valoramos y que en estos dias de confinamiento hemos deseado y echado más de menos.
Hemos aprendido en estos días que el tiempo que tenemos de vida es limitado y que debemos de decidir que es lo que queremos hacer con el.
Nos hemos encontrado con nuestras emociones y hemos descubierto que la vida no merece la pena si no la compartimos con las personas que amamos y que son más importantes para nosotros.
En estos días hemos conectado con nosotro propio ser y hemos podido sentir que solo seremos felices si somos fieles a nosotros mismos y hacemos lo que verdaderamente nos llene el alma y nos haga sentir vivos.
Hemos podido darnos cuenta de que lo que más valoramos es nuestra libertad de poder ir o hacer lo que queremos y cuando queremos.
Nos hemos dado cuenta de que son pocas las cosas que necesitamos para vivir y ser felices. No necesitamos lujos ni mucha ropa, ni coches nuevos, ni casi nada de lo que nos venden y que nos hacen pensar que son esenciales para nosotros.
A muchos también nos ha acercado a las cosas naturales. Hemos hecho muchas recetas de productos que antes comprábamos hechos ya con un montón de conservantes, colorantes, estabilizantes y un montón de cosas más que no son las que nuestro organismo necesita y que nos causan enfermedades.
Los que han podido convivir con sus familias han podido disfrutar de tiempo con las personas que más aman y a las que apenas dedican tiempo de calidad por las mil cosas que tienen que hacer cada día.
A través de la pérdida tan dolorosa de tantas personas y en las circunstancias en las que han sido, todos hemos podido apreciar lo importante que es el poder decir a quienes queremos lo importantes que son para nosotros y lo mucho que los amamos y no solo en el momento de la despedida, sino cada uno de los dias en los que los tenemos vivos, aunque no estén cerca de nosotros.
En fin creo que en esta sociedad se han de replantear mucho los valores y lo que queremos para nuestras vidas.
Cada uno de manera individual y también en conjunto porque esta oportunidad que ahora tenemos no deberíamos de desaprovecharla y si cada uno pusiéramos nuestro granito de arena, en unos años podríamos conseguir que nuestros hijos y nietos y todos los que vengan detrás de nosotros vivan una vida más en consonancia con el medio en el que viven.
Como soy positiva me niego a creer que los seres más inteligentes que pueblan este planeta sean capaces de acabar con él.
Mientras tanto pondré en práctica todo lo que he aprendido yo que no es poco.
Ya os iré contando como van a cambiar también la página y el canal.
Como ya os he dicho en alguna ocasión no suelo ver televisión.
No quiero dejarme influenciar por la realidad que algunos tratan de hacernos creer que vivimos y que no es nada más que la manipulación que utilizan para mantenernos con miedo y así podernos manejar a su antojo.
Algunas personas se asombran porque dicen que es importante estar informados.
¿Informados de qué? Les pregunto yo.
¿De lo que quieren informarnos los políticos y los grandes empresarios que nos quieren hacer ver la suerte que tenemos por poder comprarnos cosas que en realidad no podemos permitirnos, con la que está cayendo?
¿No nos damos cuenta de que las tenemos que comprar a plazos y que además no nos son necesarias y que para conseguirlas tenemos que trabajar duro solamente para pagar esas grandes deudas que según ellos nos harán felices?
¿Para que me sienta feliz cuando consiga ese coche o esa casa que según ellos me hará feliz a pesar de que me endeude casi de por vida por conseguirla?
¿Para que me sienta a salvo por tener la suerte de vivir en un lugar donde se respetan los derechos humanos y a la vez estén vendiendo armas para que en otros lugares no se respeten y masacren a personas por pensar diferente?
¿Para que crea que gracias a ellos nunca me va a faltar de comer cuando son capaces de tirar comida que no pueden vender y permiten que millones de personas mueran de hambre?
¿Para qué me hagan pensar que lo mejor para mí es tener seguridad y me vendan todo tipo de seguros y productos que a lo único que me van a llevar con seguridad es a que tenga que estar preocupada de por vida por si algun día me faltase el dinero y todo se fuera a la porra y por lo tanto trague carros y carretas para que no me despidan o tenga que aceptar cualquier trabajo aunque me exploten?
Podria seguir haciendo preguntas que mostrarían la incongruencia en la que nos hacen vivir sin que ni siquiera nos demos cuenta, pero yo prefiero ver la realidad de otra manera.
Si, hay cosas que podríamos considerar malas y que suceden constantemente, pero también ocurren muchísimas que por el contrario nos hacen sentir felices y no las encuentro fácilmente en las noticias.
Desde que descubrí que donde pongo mi atención aquello se magnifica prefiero ponerla en esas noticias en lugar de las que normalmente ponen en la televisión a todas horas.
Prefiero ponerla también en la parte más luminosa del ser humano en lugar de ponerla en la que se empeñan en presentar los programas de televisión más populares y que nos muestran todas las partes más deleznables que, aunque todos tenemos, yo quiero trascender en mi vida.
No quiero conformarme con el mundo que quieren hacerme ver.
Prefiero poner mi atención en las cosas que me hacen sentir bien y vibrar alto.
Prefiero ver un mundo diferente al que me intentan continuamente mostrar y en el que yo no creo.
La vida es mucho más que trabajar y comprar.
La vida nos presenta cosas maravillosas si nos paramos a fijarnos en ellas.
Si salimos de esa rueda en la que nos mantienen todas esas personas que nos utilizan para conseguir dinero y poder y nos prestamos atención a nosotros mismos, dejaremos de buscar la felicidad y también a los culpables que nos llevan haciendo creer desde siempre que hay que buscar fuera.
Nos haremos responsables de nuestras propias vidas y tomaremos las decisiones desde la conciencia de saber que cada una de ellas nos afectará más adelante y tendremos que vivir sus consecuencias.
Porque la realidad es que no nadie ni nada fuera que nos pueda proporcionar el sentirnos a gusto con nuestra propia vida y mientras sigamos poniendo nuestra atención fuera, como se empeñan en que hagamos, nunca encontraremos la felicidad porque la buscaremos donde nunca estará.
Solo podremos encontrarla donde verdaderamente está y es dentro de nosotros mismos.
¿Sientes que no te respetan? ¿Quieres sentirte respetad@? Si sigues estos cinco tips lograrás el respeto que te mereces.
El primero de todos es aceptarte por completo y amarte .
¿Te extraña?
Seguro que estás pensando ¿qué tendrá que ver esto con que los demás me respeten?
Pues tiene que ver y mucho.
Cuando no te quieres a ti misma necesitas sentir que te quieren y eso te deja en una situación de debilidad que los demás pueden aprovechar para conseguir de tí lo que desean.
Además si no te amas no te respetas y permitirás que los demás abusen de ti con tal de sentir que te quieren.
Segundo tip: nunca te calles cuando no estés de acuerdo con algo o con alguien.
A veces para que otras personas no se enfaden, tragamos con cosas que no queremos y eso nos hace sentir mal y puede llegar a la larga a causarnos enfermedades.
Piensa que cuando permites que otras personas abusen de ti estas fomentando el que te necesiten pero eso no tiene que ver nada con que te quieran.
Tercero cuando tengas que decir algo que no te gusta hazlo tranquila y sin enfadarte.
Cuando le vamos a decir a alguien algo que probablemente no le va a gustar tenemos muchas posibilidades de que se ponga a la defensiva.
Y si además nosotras estamos enojadas tenemos muchas papeletas para que la otra persona pase a atacarnos y enzarzarnos en una discusión que nos lleve a conseguir lo contrario que pretendemos e incluso que lleguemos a distanciarnos y eso no es lo que queremos si apreciamos a esa persona.
Cuarto: nunca dejes que tu malestar se acumule.
Es mejor ir diciendo poco a poco lo que no nos gusta o lo que no estamos dispuestos a hacer que ir acumulando estas cosas para que los demás no se molesten y quedarnoslas dentro.
Cuando hacemos esto es como si fuéramos llenando un globo poco a poco y no dejasemos de hinflarlo nunca.
Llegará un momento en el que explote y todo lo que tenga dentro salga sin ningún tipo de filtro y sin ningún control.
La otra persona no entenderá porque le estás echando en cara cosas que en el pasado no te importaron hacer y como tu manera de decírselo no será precisamente pacífica, conseguirás el mismo resultado que hablamos en el apartado anterior además de un enorme disgusto.
Y quinto: nunca tengas miedo a exponer tus límites.
Tenemos la idea equivocada de que si ponemos límites los demás se molestarán con nosotros cuando en realidad será todo lo contrario.
Mirad cuando alguien nos propone algo y nosotros no nos atrevemos a decirle que no, pensará que nos gusta hacerlo y tendremos muchas posibilidades de que nos lo siga proponiendo en muchas más ocasiones.
Por lo tanto si la primera vez que nos lo propone le decimos que eso no es de nuestro agrado la persona entenderá perfectamente que eso no va con nosotros y evitaremos que nos lo vuelva a proponer.
Puede que penséis que habrá cosas que os pedirán con las que esto no funcione porque la persona que os las está proponiendo sea una de las más importantes en vuestras vidas, como tu pareja o tu hij@, y no os atrevais a decirle que no por miedo a como sea su reacción.
Yo a esto os digo que vayáis al primer tic.
Si, ese de que te tienes que amar por encima de todo.
Para amarnos y para amar a los demás necesitamos respetarnos a nosotros misnos primero.
Si transigimos con cosas que no nos gustan no nos estamos respetando y mucho menos amándonos.
No podemos dejar de respetarnos por nada ni por nadie porque cuando lo hacemos estamos causandonos dolor a nosotros mismos.
Si las personas a las que les ponemos nuestros límites los ignoran y no los respetan, no nos estarán amando ni respetando y seguro que tampoco lo estarán haciendo consigo mismos porque si así lo hicieran, respetarían los límites de los demás al igual que les gustará que les respeten los suyos.
Así que piensa que si la persona te importa deberías de mostrarle que debe de respetarse si quiere que le respeten y que ponerle tus límites es esa lección que debes de enseñarle si realmente le amas y te amas a ti.
Espero que estos cinco tips te sirvan de ayuda.
Cuéntame lo que piensas y como te va cuando los pongas en práctica.
Colocándome por dentro, como suele suceder cuando se tiene un fuerte impacto en la vida de una.
Dicen que cuando tienes una experiencia impactante y dolorosa no vuelves a ser la misma y es cierto.
Cuando parece que todo está perdido llega la verdad.
No la realidad que nosotros creemos que estamos viviendo que no es más que nuestra propia interpretación basada en creencias que nos hicieron pensar que la vida era de una determinada manera.
Cuando atraviesas una etapa de esas te zarandea la vida de tal manera que se caen muchas cosas que nunca te hicieron falta y que habías puesto ahí con la convicción de que te protegían.
Cuando esto sucede se aclaran muchas cosas y caen de repente muchas creencias que ya no tienen cabida en tí.
Reconoces que estás creencias nunca fueron tuyas que simplemente las habías aceptado como algo real y les habías dado un valor muy importante en tu vida.
Tan importante que no te dejaban vivir y disfrutar de estar viva y conseguían todo lo contrario, que sintieras la vida con montones de obligaciones y condicionamientos.
La liberación que sientes cuando te das cuenta de que nunca tienes que hacer nada que no te apetezca y que lo único que importa es que seas honesta contigo misma y con los demás solamente siendo como eres, te permite a partir de ese momento darte el permiso de ser.
Ser qué? Lo que quiera que seas.
Sin tener que justificarlo sin tener que explicar nada a nadie.
Sin tener que esperar nada de nadie tampoco porque ya no necesitas aprobación ni sentirte querida por nadie.
Dejas de necesitar hacer juicios a los demás porque entiendes que cada uno debe encontrar su manera de vivir por si mismo y puede equivocarse tantas veces como necesite al igual que te sucede a ti, porque solamente pasando por esto aprendemos y cerramos ciclos para pasar a los siguientes.
Terminas aceptando que no tienes que ser perfecta para gustarte y gustar a los demás y eso te permite relajarte y equivocarte tantas veces como necesites pues la única persona con la que en realidad competías no era otra más que tu misma.
Admites que todo lo que ha sucedido en tu vida te ha llevado a ser quien eres en este momento y abrazas con amor todas esas vivencias que te han hecho crecer y amarte como te amas ahora.
Te perdonas por todas las veces que te fallaste a ti al no permitirte ser tu misma e intentar agradar a los demás con la esperanza de que te amaran.
Llevo un tiempo en el que ya no me emociono cuando agradezco a la vida todo lo que me proporciona.
Es más se me olvida muchas veces hacerlo y cuando lo hago no siento realmente estar agradecida.
Supongo que será por lo de mi enfermedad.
Llevo un año y medio luchando con el cáncer y después de dos intervenciones y dieciséis ciclos de quimioterapia (aún me quedan dos) tengo que reconocer que me cuesta sentirme agradecida con la vida por lo que me está brindando últimamente.
Es cierto que aunque se complicó parece que en esta ocasión todo va bien.
Pero después de pensar que todo estaba solucionado tras la primera intervención y los primeros ciclos de quimio, que en la primera revisión te digan que tienes una metástasis te hace estar en una pseudorealidad que a veces hasta te hace daño.
Por que en realidad no se lo que va a suceder y en ese no saber también está la posibilidad de que no vuelva a mi cuerpo nunca más esta enfermedad.
Y a pesar de haber crecido mucho personal y espiritualmente y de haber pasado momentos también muy buenos tengo la necesidad de sincerarme y de contaros que en mi vida no todo es bonito.
Que tengo momentos duros como cualquiera y que los llevo lo mejor que puedo por que soy humana y tengo debilidades.
Los tóxicos que me curan tambien me causan secuelas que incluso puede que se queden para siempre.
El cansancio me impide hacer mi vida normal.
Pero me niego a sufrir.
El dolor está presente y no lo puedo evitar.
Lo acepto como parte de la vida pero el sufrimiento no permito que sea parte de ella.
Que no esté sufriendo se debe a que sé que soy yo la que me causaría ese sufrimiento por los pensamientos que yo proyectase si me quedase en la queja y en el sin sentido de echar la culpa a la vida o a cualquier otra cosa que se me ocurriera por esto que me está tocando vivir.
Disfruto de lo que la vida me presenta y también lo hago cuando como en este momento me siento más vulnerable.
¿Acaso está vulnerabilidad no es mía?
No tengo la necesidad de ocultarla porque no necesito demostrar que soy fuerte.
Soy muy fuerte y también soy muy vulnerable.
No es incompatible una cosa con la otra.
No tengo necesidad de ocultar nada de mi porque no soy perfecta.
Nadie lo es.
Tengo cosas que me encantan y cosas que no me gusta ver cuando me las reflejan los demás pero que reconozco que son mías y aunque no me gusten las abrazo y las acepto porque soy yo y también me proporcionan cosas positivas aunque al principio no fuese capaz de verlas.
El estar triste o enfadado es algo normal y no hay porque rechazar u ocultar estos sentimientos.
Dejarlos salir nos lleva a sentirnos en paz al ser coherentes con nosotros mismos.
A mi en este momento me cuesta agradecer a la vida todo lo que me da y me permito sentirlo porque asi estoy siendo coherente.
Se que tal vez esté siendo injusta con ella porque me proporciona muchas cosas que le tengo que agradecer pero en este momento no me sale y no tengo porque mentirme porque en el fondo si le miento a la vida me estaría mintiendo a mi misma y prefiero no hacerlo y no sufrir.
Se que más adelante volveré a sentir ese agradecimiento y así se lo haré saber y volveré a sentirme como ahora en paz porque estaré siendo coherente como lo soy ahora.
La vida está llena de momentos de todo tipo y nosotros debemos pasar por ellos.
Pero es nuestra decisión como lo hacemos.
Si nos sinceramos con nosotros mismos los pasaremos en paz aunque sean dolorosos.
Si no lo hacemos así nos causaremos a nosotros mismos y a los que más amamos sufrimiento.
Y yo no quiero esto ni para mi ni para las personas que amo.
Ya sufrí lo suficiente antes de aprender esta lección.
Sé que para amarme debo permitirme ser y ser conlleva aceptar y amar todo lo que hay en mi, incluida mi enfermedad y todos los sentimientos que me proporciona lo que vivo en cada momento.
Se que terminaré amando y agradeciendo todo esto que ahora me está tocando vivir aunque ahora se me escape de las manos a pesar de todo lo bueno que me está proporcionando también.
Como siempre os digo nada es solamente bueno o solamente malo. Todo tiene de todo.
Y no creáis que tiene que ver con mi completa curación que por supuesto que es lo que me gustaría que sucediera.
Es algo que va más allá.
No sé qué va a suceder en el futuro y tampoco me preocupa en este momento.
Lo que si sé es que lo que suceda, quiero vivirlo desde la conciencia de saber que son mis pensamientos los que harán que yo me sienta feliz y en paz o por el contrario que sean la causa de mi sufrimiento.
Sólo así podré disfrutar de esta experiencia que decidí vivir y que me está aportando mucho más de lo que me esperaba.
Que nos atraiga una persona es el primer paso hacia lo que puede ser una relación de pareja si la atracción es correspondida.
Pero esa fuerte atracción que sentimos por alguien al principio de la relación y que nos mantendrá en el séptimo cielo mientras dure, no pasa de ser una primera etapa: el enamoramiento.
Además será la que determine si la relación puede llegar a más o si cuando pase y por fin abramos los ojos concluiremos que nuestro camino y el de la otra persona tienen que continuar por separado.
Es cierto que este periodo es el que más nos atrae porque principalmente el cuerpo se nos revoluciona por entero y durante un tiempo más o menos largo nos convertimos en seres diferentes.
Es por este motivo que muchas personas se refieran al enamoramiento como si se tratara del verdadero amor y piensen que tenga que ser eso lo que se sienta continuamente en una relación amorosa.
Incluso hay personas que van buscando relaciones cortas que no pasen de esa primera etapa para que esas sensaciones nunca se acaben.
Cuando nos enamoramos vivimos un permanente sueño.
Nos ilusionamos con esa persona que apenas conocemos y pensamos que eso tan fuerte que sentimos por ella puede perdurar en el tiempo y por lo tanto convertirse en el amor de nuestras vidas.
Claro que todo esto lo pensamos cuando nuestra ilusión nos lleva a idealizar a esa persona que vemos tan interesada en nosotros y que tanto nos atrae.
Casi todos nos comportamos de manera diferente cuando estamos en sociedad a como lo hacemos cuando estamos solos o con gente muy cercana como nuestra propia familia por ejemplo.
Solemos mostrar socialmente nuestra parte más atrayente. La que más nos gusta pues lo que pretendemos es agradar y caer bien en general.
Pero esa parte nuestra que no mostramos porque no nos resulta agradable no podemos ocultarla durante mucho tiempo porque en realidad, aunque nos moleste aceptarlo es parte de nosotros.
Las partes que nos gustan y las que nos desagradan somos nosotros y querer ocultar cualquiera de ellas es señal de que no nos aceptamos plenamente y será nuestro mayor motivo de sufrimiento, aunque las personas que no sean conscientes de la realidad se empeñen en encontrar culpables de ese sufrimiento siempre a alguien de fuera.
Por este motivo cuando vamos conociendo al otro llegamos a ver esas partes que se empeña en ocultarnos y el otro ve esas mismas partes de nuestro ser que nosotros también nos empeñamos en que no conozca.
Y el embrujo del enamoramiento empieza a desaparecer y comenzamos a ver a la otra persona de otra manera. Ya no es tan maravillosa y nos comenzamos a plantear si tendremos futuro con ella.
Y claro a la otra parte le sucede lo mismo.
Esto puede hacer que nos posicionemos donde no debemos hacerlo, es decir en protegernos ante lo que percibimos como ataques por parte del otro cuando lo que en realidad lo que nos está mostrando es lo mismo que le mostramos nosotros que no es otra cosa que el miedo que nos producirá su rechazo si como vamos percibiendo llega a ver esa parte tan horrible para nosotros y que ya empezamos a mostrar.
Pero no nos preocupemos porque esto tiene solución aunque para llegar a ella tendremos que plantearnos primero ¿qué es el amor para nosotros?
Porque la mayoría no nos lo planteamos y creemos que es lo que vemos en las películas porque en general lo que la mayoría de nosotros hemos vivido en nuestras casas no son relaciones precisamente de amor sino de dependencia o de interés y esto nos lleva a idealizar esos finales felices de historias de amores difíciles que nos hacen pensar que serán felices y comerán perdices para siempre como en los cuentos.
Y lo primero que nos deberiamos plantear es si de verdad necesitamos a otra persona para ser felices.
Por que si la respuesta es sí, entonces tendremos un problema porque atraeremos a nuestras vidas a personas que piensen igual que nosotros y tendremos una relación en la que creeremos que es responsabilidad del otro el que seamos felices sin darnos cuenta de que el otro también esperará lo mismo de nosotros y lo que conseguiremos será una relación llena de reproches de uno hacia el otro porque nunca nadie nos podrá dar al igual que nosotros no podremos nunca darle lo que realmente necesitamos cada uno de nosotros que no es más que amarnos a nosotros mismos y no depender de que nadie nos ame para ser felices.
Asi que antes de tener una relación de amor con alguien deberíamos tener una relación de amor con nosotros mismos.
¿Y como se consigue eso?
Pues iremos por partes pues este post se está alargando y creo que con lo que ya he planteado en el es suficiente de momento para que hagamos una profunda reflexión sobre esto.