Tenemos que cambiar la creencia de que las relaciones de amor verdadero duran para siempre.
La verdad es que no se como podemos llegar a pensarlo porque la vida constantemente nos recuerda que todo es puro cambio, incluso nosotros.
El caso es que a pesar de enfadarnos cada vez que tenemos que separarnos, por ejemplo de un electrodomestico cuando ya no podemos arreglarlo, aceptamos que esto es así.
Y seguimos adelante, seguramente ilusionados porque el nuevo que compraremos seguramente es mejor que el anterior.
Sin embargo en el caso del amor cuando se nos acaba por cualquier motivo lo pasamos muy mal.
Hay personas incluso que se quedan ahí, en ese dolor, durante muchos años o durante el resto de sus vidas.
Otras, a pesar del sufrimiento consiguen salir y volver a ilusionarse con una nueva relación después de pasar por el duelo correspondiente.
Y lo harán seguramente volviendo a tener la creencia de que ese nuevo amor será para toda la vida.
Y puede que lo sea pero, ¿y si no lo es? ¿A sufrir de nuevo?
Si tan solo prestáramos atención y pusiésemos conciencia en todo los que nos sucede sin buscar culpables fuera, nos daríamos cuenta de que cada persona que pasa por nuestras vidas y especialmente nuestras parejas nos llevan a que conectemos con nuestras emociones más fuertes, tanto las que nos llevan a tocar las nubes con las manos como las que nos llevan al peor de los infiernos.
En realidad cualquier relación de pareja es así cuando la vivimos sin conciencia.
A nuestras parejas les sucede lo mismo que a nosotros porque se trata de que nos hagamos conscientes de todo lo que está en nuestro inconsciente y que nos hace sufrir, al no afrontar nuestras emociones cuando creemos que son los los otros los que nos hacen daño.
Ellos tan solo nos ponen en contacto con nuestras heridas más profundas y dolorosas que aun están por sanar.
Y solo así podremos trascenderlas para vivir desde el amor y ser felices.
Todo lo que sucede fuera de nosotros es nuestro propio inconsciente mostrándose ante nuestros ojos.
Es nuestro trabajo observarlo para conocernos y poder amarnos a nosotros mismos.
La creencia de que alguien de fuera tiene que validarnos y amarnos para que nos sintamos bien, no es real.
Tampoco lo es que el amor verdadero es para toda la vida y otras creencias más que debemos revisar pues las damos por verdades absolutas.
Además son las que nos hacen sufrir.
Así que plantearnos todo es la única manera de conocer la verdad y de que podamos ser felices.