Nadie nos puede hacer felices

Cuando estamos interesados en tener una relación con alguien y la otra persona no o cuando nos dejan tras una relación, solemos pensar que hay algo en nosotros que a la otra persona no acaba de convencerle o directamente no le gusta.

Esto que en un principio puede parecer así pues incluso la otra persona puede que nos lo diga, no es la razón por la que realmente se alejan.

Esta es la interpretación que solemos todos hacer cuando prestamos la atención fuera en lugar de mantenerla en nosotros mismos y en como nos sentimos con respecto a todo lo que nos sucede.

Cuando comprendamos que la vida nos pone delante múltiples experiencias para que sanemos las heridas que nos causan tanto dolor, antes las curaremos y dejaremos de culpabilizar a los otros de nuestras desdichas.

Pero el desconocimiento de como funciona la vida nos lleva a diversas interpretaciones sobre lo que nos está sucediendo que siempre tienen que ver con que los demás no nos valoran o nos quieren y nunca con la auténtica realidad.

Esa realidad que tanto dolor nos causa que nos impide ver lo que los demás interpretamos que nos muestran y que nada tiene que ver con lo que verdaderamente está sucediendo.

En realidad todos interpretamos lo que vivimos de acuerdo a las creencias que, basadas en lo que nos enseñaron nuestros antecesores y nos continúan mostrando a través de la televisión, el cine, la literatura, el teatro, etc. creemos que es la vida.

Pero tenemos que trascender esa visión inmadura que tenemos y abrir nuestra mente a que hay otra realidad que está sucediendo y que al ignorarla nos lleva a repetir las experiencias que no logramos asimilar hasta que así lo hacemos.

No hay algo en nosotros que sea la causa de que no nos amen. Siempre tiene que ver con la otra persona y su propio proceso de vida y lo que le remueve la experiencia que siente y que le está llevando a sanar las heridas que tiene.

Lo mismo nos sucede a nosotros cuando no alcanzamos a ver la realidad y creemos que dejamos a nuestra pareja por cualquier motivo que centramos en ella en lugar de admitir lo que nos está mostrando sobre nosotros mismos y que tanto nos duele.

Nos es más fácil a todos buscar culpables fuera de todo lo que nos pasa en lugar de admitir, que  ese personaje que nos hemos montado no tiene que ver con lo que realmente somos y que solo bajando la guardia que levantamos desde muy pequeños, pensando que así nos protegería del dolor que nos causaba el creer que las personas que más necesitábamos entonces y que más amábamos no nos correspondían.

Ese enorme vacío que mantenemos la esperanza desde entonces de que alguien llene y que por una razón o por otra no logramos conseguir llenar.

Ese vacío que solo podemos llenar nosotros mismos aceptándonos por completo y amándonos dejando atrás la creencia de que algo nos falta y que nos deben llenar desde fuera aceptándonos y amándonos los otros.

Solo entonces lograremos las relaciones que nos mostrarán otras cosas que tendremos que trascender eso sí, ahora desde el dar y no desde el esperar recibir que tanto nos ha frustrado.

Solo amándonos podremos aceptar y amar a otros.

Solo aceptándonos con todo lo que somos, las cosas que nos gustan de nosotros y las que no, podremos ser coherentes y estar en paz con nosotros mismos.

Solo amándonos podremos compartir nuestra felicidad con los demás pues siempre estuvo en nosotros porque nada ni nadie puede hacernos felices si no lo somos por nosotros mismos.

Aprenderemos lo que la vida nos quiere enseñar cuando entendamos que la felicidad no se puede dar, tan solo se puede compartir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.