Si quieres salir del drama, no permitas que te manejen

La mayoría de nosotros desconoce que la vida se puede ver de muy distintas maneras y que cada una de ellas será la realidad para quien la viva.

Casi todos pensamos que la única realidad que existe es la nuestra y no entendemos como en determinados momentos chocamos con alguien que no reconoce que tenemos toda la razón del mundo al pensar como pensamos, e incluso nos llega a acusar de estar comportándonos o haciendo algo mal cuando en su realidad somos los «mejores» o los «buenos» de la película que nos montamos.

La mayoría desconoce que la visión que tenemos sobre como es la vida y como es todo está contaminada.

Lo está sobre todo por como pensaban y sentían que era la vida nuestros padres y nuestros antecesores.

Cuando nacemos ya estamos impregnados por que ya nos llegan en nuestro ADN montones de información de todos los que vinieron antes que nosotros.

Esto que es inevitable, se va reforzando con el paso de los años pues nuestros padres a través de sus propias experiencías nos van condicionando para que veamos la vida de una determinada manera en su compartir su visión de la vida a diario con nosotros.

Es muy difícil que alguien a quien le han trasmitido que la vida es un continuo sufrimiento tenga una visión optimista de la vida o que alguien con unos padres que sientan la vida como algo maravilloso no sienta que la vida le dará montones de oportunidades para conseguir lo que quiera.

A través de mi experiencia creo que cada uno tenemos una visión muy particular de lo que es la vida, pues cada uno de nosotros tenemos diferentes matices que hacen que sea muy especial.

Al igual que dos huellas dactilares no coinciden, en esto sucede lo mismo.

Además de que nos influyen sobre todo nuestros padres, no podemos obviar que vivimos en sociedades en las que nos inculcan que hay que ser un triunfador y tener de todo para ser feliz y que si no es así es porque no hemos trabajado lo suficiente o no valemos para serlo, y por lo tanto tenemos que mejorar para sentir que los demás nos valoran y hacernos dignos de ser felices.

Ese sentimiento de insatisfacción que continuamente nos acompaña, incluso a pesar de que consigamos nuestras metas, pues nunca conseguiremos ser felices mientras no obtengamos la única valoración que necesitamos para ser lo que ya somos, y que no es otra que la de nosotros mismos, lo único que nos brinda es la oportunidad de no salir de la rueda del consumismo y del continuo endeudamiento para que no dejemos de pensar que hay otras maneras de vivir.

Este sistema que nos venden como maravilloso, que nos lleva a vivir con comodidades y lujos y ser felices se convierte en nuestra cárcel de oro de la que no podemos salir porque incluso ignoramos que somos prisioneros de los únicos a los que les interesa que vivamos en la ignorancia de lo que realmente sucede y que son los que por un lado nos contratan para que trabajemos para ellos y por el otro nos venden los productos que según ellos necesitamos para ser felices.

Mientras la balanza se incline a su favor, es decir que tengamos menos ingresos y más gastos y nos tengan endeudados para que no podamos salir de esa rueda, ellos seguirán ganando dinero a nuestra costa y por eso el interés de vendernos un mundo totalmente falso y que lo único que lo sustenta es la sensación que nos proporcionan a través de las ideas de que ser feliz tiene que ver con conseguir una vida de lujo y que nos proporcionan a través de la publicidad y de la televisión sobre todo con todo tipo de programas que nos brindan ese mundo ficticio que continuamente nos hacen creer que es real.

Mientras más miedo tengamos a perder lo poco que hemos conseguido y pongamos nuestra atención en conseguir eso que pensamos que nos falta para alcanzar la tan ansiada felicidad nos tendrán atrapados.

Mientras nos asusten con crisis que a los únicos que nos afectan es a los que no tenemos poder ni dinero,(pues para ellos se convierten en rebajas para conseguir cosas más baratas que luego revenderán mucho más caras) mientras nos mantengan viviendo en el drama nos tendrán bien agarrados y nos podrán manipular como lo hacen mientras nosotros ignoramos que lo están haciendo y participamos engañados en su juego.

Asi que tenemos que salir del drama y comenzar a ver la vida tal y como es.

Siente que es lo que verdaderamente importante y lograrás percibir esa felicidad que todos en ocasiones sentimos y asi te darás cuenta de que nunca se trata de cosas que puedas comprar.

Que en todo caso esa sensación que consigues cuando comprarste algo que no te es realmente necesario es una sensación temporal que te lleva a sentirte frustrado al poco tiempo y a intentar llenar ese vacío poniendo tu atención en otra cosa que querrás conseguir para llenarlo.

Presta atención a cómo te sientes en tu trabajo y en esa vida que crees que es la que necesitas para ser feliz y escúchate.

Solo así lograrás salir del drama en el que nos mantienen y sabrás lo que realmente te hace feliz.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.