Se que muchas de las personas que van a leer esto no estarán de acuerdo pero sinceramente yo no trato de convencer a nadie sino de compartir mis experiencias y estas me han enseñado que si solo aceptamos una parte de nosotros sufrimos.
Claro que a la mayoría de nosotros nos gusta ver y mostrar esa parte tan fantástica que tenemos y que nos convierte en unas buenas y bellas personas.
Pero todos deberíamos de aceptar también esa parte que menos nos agrada y que procuramos guardar para nosotros mismos aunque a veces explotemos y la mostremos cuando estamos descontrolados.
Eso también somos nosotros y procurar ocultarlo nos hace sufrir al no aceptarnos por completo.
Somos luz y sombra así que cuanto antes nos reconozcamos y aceptemos antes podremos cambiar aquello que no nos gusta o abrazar con amor aquello que aunque no podamos cambiar forma parte de nuestro ser.
El no querer mostrar esas partes resulta hasta lógico pues a nadie le gusta que le reconozcan en pensamientos, sentimientos o incluso en actos que a nosotros mismos nos resultan deplorables en otras personas.
Pero hacer eso que es socialmente bien visto no tendría la importancia que alcanza cuando mostramos tanto interés en ocultarlo que hasta nos engañamos a nosotros mismos creyendo incluso que eso tan desagradable no forma parte nuestra.
Cuando esto ocurre nos volvemos sumamente críticos con las personas que tienen todo aquello que nosotros nos ocultamos y no reconocemos e incluso pedimos las condenas más severas para ellos.
No nos damos cuenta que al hacer eso nos estamos castigando cruelmente a nosotros mismos.
Nos convertimos en severos jueces de nuestros propios seres al no aceptarnos plenamente.
Estamos aquí para conocernos y trabajar en nosotros mismos para ser cada vez mejores personas y para reconocer lo que realmente que somos.
Ese es el final del camino.
Porque al fin y al cabo somos humanos y no somos perfectos.
Tenemos que aprender de nosotros mismos y si nos negamos a admitir que tenemos cosas que no nos gustan nunca nos reconoceremos en lo que verdaderamente somos: AMOR.
Trascender cosas nuestras es parte de la vida.
Sentirnos culpables por no aceptarnos nos hace sufrir y no nos beneficia en absoluto.
Aceptarnos plenamente nos permite ser felices.
En este mundo dual en el que vivimos nada tiene solamente una cara, sino las dos polaridades.
Así que ni buenos ni malos somos las dos cosas y cuanto antes lo reconozcamos antes nos brindaremos a nosotros mismos la oportunidad de poder ser felices.