Hoy vamos a preparar una deliciosa crema de zanahorias.
Un primer plato o una cena saludable que nos aportará vitaminas y minerales, con muy pocas calorías.
Las zanahorias son conocidas por ayudar a broncear la piel y por ser buenas para la vista pero la mayoría desconocemos que tienen más beneficios.
Si las comemos crudas serán excelentes para nuestros dientes y encías.
Su fibra evitará el estreñimiento y por su alto contenido en agua también son diuréticas.
Por su cantidad de potasio y magnesio son buenas para restaurar los nervios.
Además son estupendas para las uñas y el pelo por ser ricas en betacaroteno que se convierte en vitamina A en nuestro cuerpo.
Y ahora que ya conocemos los beneficios que nos aportará vamos a centrarnos en la receta.
Para elaborarla necesitaremos:
- 2 zanahorias
- 1/2 cebolleta o cebolla
- 1/2 vaso de leche avena o cualquier otra vegetal
- 1 cubito de caldo de pollo y verduras (casero)
- 1 cs de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Comenzamos peleando y cortando en rodajas las zanahorias y troceando la cebolleta.
En una cazuela ponemos a calentar el aceite y cuando esté caliente añadiremos las verduras cortadas y las tendremos a fuego medio unos dos minutos, removiendolas de vez en cuando.
Después añadiremos el cubito del caldo, la leche de avena y la sal.
Lo llevaremos a ebullición manteniendo la cocción a fuego lento durante unos 15-20 minutos o hasta que las zanahorias estén cocidas.
Yo suelo comprobarlo pinchando con la punta del cuchillo una de las rodajas.
Ya solo nos queda triturar todo con nuestra batidora hasta que tenga una consistencia cremosa.
En esta ocasión yo la he adornado con edamame y soja tostados y semillas que le dan una textura crujiente y más saludable que los picatostes, además de un sabor más especial.
Espero vuestros comentarios.