Champiñones al natural

Hoy voy a mostraros una manera muy sencilla de preparar unos champiñones sin apenas condimentos y con un resultado muy apetecible además de saludable.

Tiene muy pocas calorías por lo que además se convertirá en un buen primer plato en vuestro menú o de un perfecto acompañamiento con cualquier plato.

Los champiñones son hongos que además de funcionar como antidepresivos, son ricos en proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Fortalecen el sistema inmune, son bajos en calorías, regulan la presión arterial y disminuyen los niveles de azúcar.

Cuando los compro suelo aprovechar la bandeja para varias cosas.

Reservo tres de los que mejores estén y los utilizo en una ensalada. Crudos están deliciosos y podemos aprovechar de esta manera todos sus nutrientes, pues ya sabéis que pierden algunos cuando los cocinamos.

Y el resto de los champiñones que quedan los preparo de esta manera.

Aunque después una tercera parte la guardo ya cocinada para prepararme unos huevos revueltos o una tortilla que se convertirá en una de mis deliciosas y saludables cenas un par de días después.

Por eso en esta ocasión nos servirá para una ración y para que separemos una parte para prepararnos otro plato.

Vamos pues con la receta y para ello utilizaremos:

  • 300 gr. de champiñones
  • 2 dientes de ajo en trocitos
  • perejil picado
  • 2 cs. aceite de oliva
  • sal al gusto *

Empezamos limpiando muy bien los champiñones con agua fría.

Cuando ya están bien escurridos le quitamos un poco del tallo y los cortamos en láminas.

Después ponemos la sartén con el aceite a calentar y cuando esté caliente le pondremos los ajos y los doraremos.

Cuando ya lo estén será el momento en el que añadamos los champiñones, el perejil y la sal.

Daremos vueltas a todo para que se mezcle y para que se hagan todos los champiñones por igual.

Observaremos que los champiñones reducen su tamaño a la vez que van adquiriendo un bonito color, esto se debe a que pierden bastante agua al cocinarlos.

Los mantenemos durante unos 10 minutos a fuego bajo y ya estarán listos para que montéis vuestro plato y por supuesto disfrutéis de ellos.

Hay personas que les añaden trocitos de jamón y/o le ponen un trozo de guindilla para que estén algo picantes pero a mi me gustan así.

En esta ocasión yo los acompañé de pollo asado y puré de calabaza.

¿Y a vosotr@s como os gustan?

*yo suelo usar muy poca sal porque me gusta apreciar los propios sabores de lo que como por eso nunca os pongo cantidad en las recetas.

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