Atrévete a hacer tus propios yogures

¿Has probado alguna vez a hacer tus propios yogures?

El ser consciente de que es lo que me meto a la boca me ha llevado a decidir que el último yogur que iba a comprar en el supermercado sería el que utilizaría para comenzar a hacer los míos.

Así que me he comprado la yogurtera que os muestro en las fotos y he comenzado con ello.

Son muy sencillos de hacer y están deliciosos.

Eso si no esperéis esos maravillosos colores e intensos sabores de los que compráis hechos.

Esas dos cualidades de los que nos venden en las tiendas se deben a los colorantes y aromatizantes artificiales que les ponen.

Así que si decidís comer sano tendréis que acostumbraros a descubrir nuevos sabores más sutiles pero no por ello menos deliciosos.

Apreciar esto se volverá una de las nuevas sensaciones que ahora disfrutaréis al ser conscientes de vuestras comidas.

Además será una manera muy saludable de tomar todas las vitaminas que nos ofrece la fruta y el calcio que nos proporcionará el yogur.

Ahora vamos con lo que necesitaremos:

  • leche normal o desnatada
  • 1 yogurt natural sin azúcar
  • la fruta que deseemos añadir

En esta ocasión decidí hacer dos naturales, uno de fresas y otro de moras.

Empezaremos por añadir el yogur a nuestros recipientes y para ello lo repartiremos entre ellos.

Como mi yogurtera solo tiene para hacer cuatro he podido poner bastante en cada recipiente, pero si la que tenéis vosotros tiene más tarritos lo repartiréis igualmente aunque tengan cada uno menos cantidad.

Esto será suficiente para que los nuevos yogures cuajen.

Y ahora podéis hacer dos cosas: añadir en ese momento la fruta que vayáis a poner y para eso la triturareis con un tenedor antes de echarla al tarro o podéis hacer yogures naturales y añadirla cuando los vayáis a comer.

De las dos maneras estarán deliciosos.

Como veis en la foto yo las puse en el momento que los estaba haciendo.

Después añadiréis la leche hasta un poco más abajo del borde, los removéis bien y los metéis en la yogurtera.

Y solamente os queda encenderla y esperar a que se hagan.

Yo suelo prepararlos a última hora de la tarde y los dejo toda la noche.

Por la mañana solo tendréis que cerrarlos y meterlos en el frigorífico.

Y bueno aquí os dejo estos dos que he disfrutado ya.

Este es el de fresas y el de la cabecera el de moras, a este último le añadí frutos del bosque y sirope de agave porque esta fruta suele ser un poco ácida.

Os puedo asegurar que están deliciosos así que atrevernos a cuidaros y daros amor a vosotro@s mism@s y a los que más queráis.

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