6 deliciosos batidos de verduras con frutas

Mezclar frutas y verduras es una manera muy agradable de consumir las cantidades que médicos y nutricionistas nos recomiendan si queremos seguir una dieta saludable.

En este post os voy a mostrar 6 maneras diferentes de mezclar verduras y frutas que harán las delicias de cualquiera que las pruebe.

También es una inteligente forma de conseguir que los más pequeños tomen verdura sin enterarse de que lo están haciendo.

Además tomar la verdura cruda nos permite aprovechar al máximo todos los nutrientes que nos proporcionan y que podemos perder cuando los cocinamos.

Podéis tomarlos a cualquier hora del día pero yo prefiero tomarlos como desayuno y sobre todo como merienda.

Será una forma deliciosa de llenar nuestro estómago con muy pocas calorías así que también nos ayudará a controlar o bajar de peso.

Vamos con ellos.

Batido de espinacas con kiwi y platano

  • 2 tazas de espinaca
  • 1 kiwi
  • 1/2 plátano
  • 1/2 vaso de leche de almendras

Batido de zanahoria con naranja

  • 1 naranja
  • 1/2 manzana
  • 1 zanahoria
  • 1/2 vaso de leche de avena

Batido de fresas con espinacas

  • 2 tazas de espinacas
  • 5 fresones
  • 1/2 plátano
  • 1/2 vaso de leche de soja
  • 1 cc de sirope de agave

Batido de col, manzana y plátano

  • 2 tazas de col troceada
  • 1/2 manzana
  • 1/2 plátano
  • 1/2 vaso de leche de coco

Batido de acelgas, plátano y manzana

  • 2 tazas de acelgas muy tiernas
  • 1/2 plátano
  • 1/2 manzana
  • 1/2 vaso de leche de avena

Batido de limón, manzana y espinacas

  • 2 tazas de espinacas
  • 1 limón
  • 1/2 manzana
  • 1/2 vaso de leche de soja
  • 1 cc sirope de agave

En todos procederemos de la misma manera: pondremos primero en el vaso de la batidora las verduras, después añadiremos la fruta cortada y con piel, excepto en el caso de la naranja, el limón y el plátano que la retiraremos.

Después añadiremos la leche y el sirope de agave en el caso de que lo lleven.

Si la mezcla os gusta más líquida podéis añadir más leche vegetal o agua hasta que quede a vuestro gusto.

Os recomiendo que probéis todos.

Seguro que os sorprenderán y los incluiréis en vuestra dieta saludable.

Si quieres ver esta otra receta pulsa en la foto

Batido de espinacas, manzana y plátano




Merluza en salsa de cebolla morada y pimientos de piquillo

Vamos a preparar esta merluza en salsa de manera saludable y con un sabor diferente.

La merluza es un pescado blanco muy utilizado en en la dieta mediterránea.

Es una gran fuente de vitaminas del tipo B y de minerales como calcio, potasio, magnesio, yodo y fósforo.

Además combina con todo.

Así que a este pescado le podemos sacar un buen provecho.

En esta ocasión para dos personas necesitaremos:

  • 4 rodajas de merluza
  • 1/2 cebolla morada
  • 2 pimientos de piquillo
  • 1 taza de caldo de verduras o agua.
  • 2 ajos
  • perejil
  • 2 cs de aceite de oliva virgen
  • sal al gusto *

Comenzamos troceando en trozos pequeños la cebolla, los ajos y los pimientos.

Después picaremos el perejil muy fino y dejaremos un poco apartado para la presentación.

Pondremos la cacerola con las dos cucharadas soperas de aceite a calentar y cuando esté caliente le añadiremos la cebolla y los ajos y las removeremos durante un par de minutos a fuego medio.

Añadiremos entonces los pimientos, el perejil y la merluza y le añadiremos el caldo de verduras o en el caso de que no dispongamos de caldo le pondremos la misma cantidad de agua.

Llega el momento de echar la sal.

Mantendremos tapado cociendo a fuego lento durante 10 minutos.

Después solo nos queda emplatar y echarle por encima el perejil que teníamos reservado.

A mi me gusta presentar el plato con las verduras troceadas pero si preferís que la salsa sea uniforme solo tendréis que sacar la merluza al plato y el resto pasarlo por la batidora y echar por encima el perejil.

Y listo para probar esta delicia de merluza en salsa.

*yo suelo usar muy poca sal porque me gusta apreciar los propios sabores de lo que como por eso nunca os pongo cantidad en las recetas.


Batido de col, plátano y manzana

Hoy os propongo que probéis esta deliciosa receta con col cruda.

Se que a alguno puede sentir rechazo por creer que no va a poder con el sabor de esta verdura pero puedo aseguraros que si no sabéis que es uno de los componentes de esta sabrosa receta nunca hubieseis adivinado que lo es.

La col al ser rica en yodo, la col es beneficiosa para el funcionamiento adecuado del cerebro y el sistema nervioso.

Es rica en calcio, que, sin duda, es un mineral muy importante para la salud ósea. La col es también rica en magnesio y potasio. Juntos, estos tres minerales esenciales trabajan para la protección de los huesos y contra la degradación. 

Del plátano todos conocemos que tiene mucho potasio pero también contiene fósforo y magnesio.

Además de estos minerales contiene ácido fólico, vitamina C y vitamina B6.

Protege el corazón y previene enfermedades cardiovasculares como la diabetes, el colesterol o la hipertensión.

Y la manzana es una gran fuente de vitaminas C y A, así como potasio. Tiene mucha fibra y produce efecto saciante además de innumerables beneficios para nuestra salud

Y como seguramente ya os he convencido para probarla vamos a ver que necesitamos para hacer este delicioso batido.

  • 1 taza de col troceada
  • 1/2 plátano
  • 1/2 manzana roja
  • 1/2 vaso de leche de coco (o cualquier otra que te guste incluyendo la de vaca)

La mezcla es dulce pero si te gusta que todavía tenga más dulzor puedes utilizar el edulcorante que más te guste.

Yo utilizo sirope de agave aunque en esta receta no lo he usado.

Troceamos las frutas.

Yo dejo la piel de la manzana porque aporta sustancias con amplias propiedades: el ácido ursólico y la pectina. El ácido ursólico es muy beneficioso para los músculos, el cabello y la piel. Además, controla los niveles de colesterol y de glucosa.

Además le da un aspecto más bonito al quedar pequeños trocitos como comprobareis.

También la he utilizado para adornar el batido como veis en la foto.

Lo meteremos todo en el vaso de nuestra batidora y la pondremos a funcionar hasta que obtengamos la textura que nos guste.

A mi me suele gustar más espesa pero si a vosotros os gusta más líquida podéis añadirle más leche o agua.

Y ya lo tenemos.

¿A que dan ganas de probarlo?

Y si te gustan los batidos mira también este post


Puré de espinacas, puerro y calabacín

Un excelente entrante en cualquier temporada pero sobre todo cuando el frío empieza a pedirnos llevar a la boca un plato caliente.

Las verduras en sopas y purés nos aportarán una gran cantidad de nutrientes y vitaminas además de satisfacer nuestro paladar.

En esta ocasión utilizaremos estos tres ingredientes y ya veréis como en un momento prepararemos un primer plato delicioso.

Ya sabéis que las cantidades son para una ración:

  • 1 tazón grande de espinacas
  • 1/4 de un calabacín grande
  • 1/2 puerro
  • 1/4 l. de caldo de verduras o agua
  • 1 cs aceite de oliva virgen
  • sal al gusto*

Empezaremos por trocear, lavar y escurrir bien las verduras.

En una cacerola pondremos a calentar a fuego medio el aceite y cuando esté caliente añadiremos el puerro y el calabacín y le daremos una vueltas para que se vayan haciendo todos los trozos por igual.

Después de un par de minutos le añadiremos las acelgas y también las rehogaremos durante un par de minutos removiéndolas junto a todas las verduras.

Ahora es el momento de añadir el caldo de verduras que tengamos de alguna cocción anterior o del agua en el caso de que no tengamos caldo y la sal.

No hace falta que las cubramos por entero con que os quede como en la foto será suficiente.

Taparemos y llevaremos a ebullición manteniéndolo durante unos cinco minutos.

Y ya solo nos queda pasarlo por nuestra batidora, probar como nos ha quedado, rectificar de sal, si nos ha quedado soso y servir.

*yo suelo usar muy poca sal porque me gusta apreciar los propios sabores de lo que como por eso nunca os pongo cantidad en las recetas.


Fiambre de pavo, con pimiento rojo y aceitunas

Hoy prepararemos un fiambre natural que está mucho mejor que cualquiera de los que podemos comprar ya hechos.

Ya sabéis que he decidido no volver a tomar alimentos procesados para comer de forma saludable y estaba echando de menos poder comer embutidos que cumplieran este requisito así que vi una receta en internet y os la voy a pasar porque me parece interesante.

Vamos a necesitar:

  • 500 gr. de lomo de pavo
  • unas tiras de pimiento rojo asado
  • 9 aceitunas
  • sal, pimienta negra al gusto *
  • papel film

Trocearemos la carne de pavo y la picaremos con nuestra batidora durante poco tiempo.

La carne es blanda y terminaremos enseguida.

Cortaremos un trozo grande de papel film y lo extenderemos sobre la mesa o encimera.

A continuación pondremos con cuidado la carne picada intentando hacer un rectángulo como veis en la foto y repartiremos por encima la sal y la pimienta.

La extenderemos y le añadiremos en el centro los pimientos asados y las aceitunas.

Y procederemos a envolverla con cuidado intentando que todos los ingredientes que hemos añadido queden dentro del rollo que estamos haciendo.

A continuación haremos como una especie de salchicha grande agarrando los extremos del papel film y enrollándolo como si fuera un caramelo con movimientos envolventes rodándolo a lo ancho de la encimera.

Cuando veamos que hemos conseguido la forma que queremos y veamos que no tiene nada de aire ataremos los extremos poniendo el nudo justo en el borde del embutido, como os indico en esta foto.

Y volvemos a repetir la operación con otro papel film para asegurarnos de que no se va a desenvolver ni a entrar agua en el siguiente paso.

Pondremos al fuego una olla con un tamaño adecuado y la llenamos de agua calculando que nuestro fiambre tendrá que quedar totalmente sumergido.

La llevaremos a ebullición y cuando esté a punto de cocer bajaremos el fuego al mínimo e introduciremos el embutido dentro de la olla y la mantendremos sin que llegue a hervir durante una hora.

Si vemos que flota le pondremos peso encima para que siempre esté cubierto de agua.

Pasada la hora lo retiraremos del fuego, lo sacaremos y cuando se enfríe lo meteremos en el frigorífico durante un tiempo mínimo de ocho horas.

Yo suelo tenerlo toda la noche.

Y al día siguiente ya podemos disfrutar de este sabroso fiambre natural.

Además de en bocadillo y como tapa podemos convertirlo también en un segundo plato con un corte más grueso y pasándolo con un poquito de aceite de oliva a la plancha en una sartén.

Mirad que buena pinta tiene.

*yo suelo usar muy poca sal y condimentos porque me gusta apreciar los propios sabores de lo que como por eso nunca os pongo cantidad en las recetas.


Ámate con lo que comes

Llevo unos días  compartiendo en facebook e instragram todo lo que como. 

Esto forma parte de un cambio muy importante en mi vida y que me está haciendo sentir mejor.

Así que ahora en el blog compartiré con vosotros mi forma de ver la vida, no solo con lo que pienso pues lo haré también a través de mi alimentación.

Además iré poniendo recetas por si algún@ de vosotr@s os animáis también a comer de una manera saludable y para mostraros que esto no es incompatible con disfrutar de la comida.

Alimentar el cuerpo, la mente y el alma no es algo que debamos tomarnos a la ligera si queremos ser felices.

He aprendido que estas tres cosas son necesarias para estar en coherencia con todo nuestro ser y por lo tanto esta nueva sección vendrá a completar la página.

Tomar conciencia de que todo lo que comemos influye en nuestro organismo es necesario para conocernos aún más y contribuir a que nuestra salud mejore.

Además es una manera muy importante de amarnos a nosotros mismos y a nuestra parte física.

Casi todos pensamos que comemos saludable.

Hasta que enfermé de cáncer de colon en 2017 yo también lo creía.

Después cambié mi alimentación y me di cuenta de que comer de forma saludable era lo único que NO hacía.

Además conseguí adelgazar sin pretenderlo.  

¿Qué más se puede pedir?

Tras mi recaída y posterior recuperación he estado más de un año sin apenas moverme y ahora con el confinamiento ya ha sido la gota que colmó mi vaso para tomar la decisión de volver a mi dieta saludable, que reconozco que había ido relajando y acabar con esos kilos que he acumulado y mantenerla de una vez para siempre.

Va a ser una carrera de larga distancia pues no se puede perder en poco tiempo lo que se ha ido acumulando durante meses o incluso años.

Pero no pretendo solo quitarme el peso que me sobra sino tener una vida saludable y disfrutar comiendo.

Y os puedo asegurar que se pueden hacer las tres cosas.

Así que os invito a que veáis el blog y saquéis vuestras propias
conclusiones.

https://descubreelsentidodetuvida.com/blog/

Tal vez alguno os animéis a hacer lo mismo y si es así me encantaría que lo compartierais conmigo.


Batido de espinacas, manzana y plátano

Hoy os propongo esta delicia que podréis disfrutar en el momento que más os apetezca.

Podéis tomarlo frío en épocas de calor y si le añadís hielo picado conseguiréis un refrescante granizado.

Además del placer de saborearlo le daréis un buen chute de vitaminas a vuestro cuerpo.

Veamos por qué os digo esto último.

Las espinacas son una fuente comprobada de nutrientes esenciales como el caroteno (un precursor de la vitamina A), el ácido ascórbico y varios tipos de minerales. Además, se han realizado varios estudios sobre las actividades antioxidantes de las espinacas, concluyendo que son una fuente potencial de antioxidantes naturales.

La manzana nos proporciona calcio y fósforo además de vitamina C que son necesarios para la formación de nuestros huesos. También vitamina B que es necesaria para el desarrollo nuestros músculos.

El plátano es conocido por su alto aporte de potasio pero además nos aporta magnesio que nos es necesario para metabolizar la vitamina D. Ésta ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio, una de las piezas fundamentales de los huesos.

Como veréis esta receta no solo os sabrá deliciosa sino que además vuestro cuerpo agradecerá todo lo que os aportará.

Para hacer este batido necesitaréis:

  • 2 tazas de espinacas crudas
  • 1/2 manzana
  • 1/2 plátano
  • 1/2 vaso de leche de cualquier tipo

Lo metéis todo en el vaso de la batidora y lo mezclareis hasta que adquiera la consistencia que os agrade.

Si os apetece más líquida podéis añadir más leche o un poco de agua.

Yo no utilizo ningún edulcorante porque queda bastante dulce pero si os apetece más dulce se lo podéis añadir.

Y ya solo queda que lo paséis al recipiente en el que vayáis a tomarlo y estará listo para que podáis disfrutarlo.

Si te ha gustado esta receta mira también este otro post


Cuando un@ cambia todo cambia


Desde el 15 de mayo estoy compartiendo todos los alimentos que tomo como os dije en el post de ese mismo día.

En el lancé mi propio retro: comer saludable para mejorar mi salud y creyendo, como así he confirmado, que también perdería peso aunque esto último no era el motivo principal.

Y llegó el día de pesarme.

Como ya os comenté tras mi enfermedad llegué a pesar 72 kilos. Confieso que durante ese tiempo además de poder moverme muy poco por la debilidad y otras secuelas que me causaba el tratamiento, mi alimentación dejó de ser saludable pues me fui relajando poco a poco por la ansiedad que todo eso me causaba.

Cuando ya mi salud me permitió recuperar la movilidad que me dejó dar largos paseos e incluso apuntarme al gimnasio, conseguí bajar de peso a los 68,500 kg.

Este ritmo se paró para mi el 11 de marzo cuando después de ir al hospital para realizarme las pruebas para mi revisión, tome la decisión de no salir de casa nada más que para comprar lo que necesitaba para comer.

Como nos sucedió a todos el 14 de marzo, el confinamiento paralizó la actividad que apenas unos meses antes había comenzado y de nuevo volví a comer no demasiado saludable y a no gastar energía en mi apartamento de apenas 30 m2.

Y aunque en estos días mi ánimo no decayó, porque soy bastante positiva, si me llevo tiempo asimilar la nueva situación.

Y empecé a retomar mis paseos diarios dentro de mi pequeño hogar.

Comencé de nuevo a darle trabajo al contador de pasos que instalé en mi móvil meses antes cuando empecé con mis largos paseos.

Y una vez asimilada la nueva situación lancé el reto de un cambio profundo en mi vida a través de mi alimentación que ya será para siempre y de acoger las nuevas cosas que irán viniendo después, pues esta nueva situación que nos trajo el covid 19 nos va a traer a todos un antes y un después.

Así que subir a la báscula y ver que he bajado a 65,600 me ha confirmado que pasito a pasito iré recuperando mi peso natural a la vez que toda yo me recupero y me desintoxico de todo lo que antes metía en mi cuerpo y no me convenía.

No tengo prisa, no es necesario que me sacrifique, como hice en otras ocasiones años atrás cuando subía de peso y hacía regímenes que me hacían sentir ansiedad y me dejaban hambrienta.

Ahora mis comidas son mucho más variadas y además deliciosas.

Comprendí que cuando te amas y cuidas de ti todo vuelve a su ser de una manera serena y maravillosa.

Ya no tengo la ansiedad que me llevaba a ir a buscar comida al frigorífico mientras veía la televisión después de cenar.

Me siento completamente llena con mi alimentación natural y en la que no peso mis raciones. Solo utilizo lo que mi conciencia y mi cuerpo me pide.

Llegó el cambio a mi vida y los cambios traen novedades.

Viejas cosas se van para dar lugar a las nuevas que llegan.

Y en mi caso no me refiero solo a los alimentos sino también a creencias, ideas, pensamientos, programas de televisión, personas y todo lo que se irá de mi vida porque ya no me será útil y que al igual que la grasa irán desapareciendo.

Y a las nuevas cosas que están por llegar y que serán las que necesito ahora en esta etapa para que mi vida me siga enseñando nuevas cosas, nuevas experiencias con las que seguir aprendiendo y ser cada vez una mejor versión de mi misma.

La cosa empezó así:


Jugo verde de limón y espinacas

Hoy os presento una merienda ligera y refrescante ideal para cualquier tarde, sobre todo en las más calurosas.

Además si le añadimos hielo picado lo convertiremos en un delicioso granizado que podremos disfrutar en cualquier momento del día pues apenas tiene calorías.

Las espinacas contienen vitamina A y una buena cantidad de ácido fólico y también nos proporcionan proteínas, hierro, más vitaminas y minerales. Al tomarlas crudas aprovecharemos al máximo todos sus nutrientes y apenas notaremos su sabor.

El limón es una gran fuente de vitaminas B y C, además de un alimento rico en minerales como el potasio, selenio, calcio, hierro y magnesio. Favorecerá nuestra digestión, protegerá nuestro hígado y reducirá nuestro colesterol.

Además le vamos a añadir manzana que nos aportará vitamina C y que contiene calcio y fósforo, indispensables en la formación de las sales minerales del hueso.

Para hacer este saludable batido vamos a necesitar:

  • 2 tazas de espinacas crudas
  • 1/2 limón
  • 1/2 manzana
  • Un vaso de leche de avena
  • 1 cd de sirope de agave (opcional)

Lo meteremos todo en el vaso de la batidora y la mantendremos en marcha hasta que la consistencia sea bastante líquida.

Después lo probaremos y si vemos que la mezcla está demasiado ácida podemos añadirle un poco de sirope de agave.

Y aquí lo tenemos, solo nos queda disfrutarlo.


Llegan tiempos de cambio

Esta nueva situación que estamos viviendo con el coronavirus está sacando de nosotros cosas que quizá no se hubieran visto de otra manera.

Está claro que cuando la vida nos confronta con una situación que nos impacta nos hace que nos replanteemos toda nuestra existencia.

Sobre todo nos sucede cuando lo que nos pone por delante es la noticia de nuestra propia muerte o la de alguien muy querido y que llega de repente cuando no se la esperaba.

Pero también sucede cuando hay un cambio importante en nuestras vidas y que en cierta forma podríamos interpretar como una muerte menor, pues cualquier pérdida significativa para nosotros lleva aparejada su consiguiente duelo para que podamos superarla.

Así la pérdida de un amor, la del trabajo, la de la clase social a la que hasta ese momento perteneciamos antes de perder la empresa o el trabajo que teníamos pueden convertirse en esa situación que nos impacta y que nos llevan a plantearnos cosas que nunca antes pensamos.

En esta ocasión además de las cosas anteriores hemos podido enfrentarnos a la pérdida de nuestra libertad.

La de decidir que queremos hacer marcandonos hasta la hora en la que podemos salir a la calle entre otras cosas y la de movimiento que nos impide hacer cualquier cosa fuera de los límites de la puerta de nuestra casa.

También nos ha enfrentado al encierro, al no poder salir ni siquiera a pasear de nuestras casas durante más de dos meses y que de esta manera se han convertido en nuestras propias celdas de reclusión e incluso de aislamiento en muchos casos.

Por todas estas cosas que nos ha forzado a vivir el covid 19 para muchos está siendo motivo de sufrimiento.

No ya solo por las numerosas enfermedades y muertes de las que estamos todos rodeados y hemos sentido de una u otra manera, sino por la desesperación que supone el querer volver atrás, a desear que no suceda algo que no pueden evitar y que les paraliza por completo al no poder aceptar los cambios que les vienen y nos vienen a todos a partir de ahora.

El querer volver al pasado nos lleva a no aceptar nuestro presente y por lo tanto a sufrir. Y cuanto antes nos demos cuenta de esto antes podremos vivir con plenitud todo lo que la vida nos vaya presentando.

El oponer resistencia, no solo nos dejará agotados al gastar toda nuestra energía en algo tan absurdo como querer empujar el tiempo hacia atrás sino que lo más probable es que nos lleve directos a la depresión y otras enfermedades.

Sin embargo para algunas personas todas estas cosas han sido el aliciente que necesitaban para dar un gran salto al vacío en sus vidas. Para arriesgarse y apostar por algo diferente.

Algo que les hace vibrar y que jamás hubieran intentado hacer antes de que esta enfermedad les hubiera puesto contra las cuerdas.

Yo tengo dos casos muy cerca. Noto la ilusión en sus palabras cuando hablo con ellas.

Las siento emocionarse al transmitirme que en su corazón sienten el alivio de haber perdido ese trabajo que nunca les gustó pero que mantenían porque les proporcionaba su sustento y que ahora les permite poder soñar y empezar de nuevo.

Una nueva forma de vivir es lo que nos está proponiendo el universo en este momento.

Una nueva forma de sentirnos vivos y de vivir con plenitud lo que nos queda de vida a los que ya nos encontramos aquí y para los que vendrán en el futuro.

Volver a vivir como lo hacíamos antes del 14 de marzo no va a ser posible al menos durante un largo tiempo y cuanto antes lo aceptemos antes dejaremos de sufrir.

Y cuanto antes venzamos nuestros miedos al cambio y dejemos de protegernos de los cambios que ya estamos viviendo antes podremos dejar que la vida nos sorprenda con cosas que pueden ser inluso mejores que las que conocimos antes.