Nunca te arrepientas de haber amado

 

No debemos de arrepentirnos nunca de haber amado.

No tenemos que sentirnos mal si dimos lo mejor de nosotros.

Si lo dimos desde el corazón y sin ninguna intención de conseguir nada a cambio, tenemos que estar seguros de que llegó a donde tenía que llegar.

Quizás no de la manera que a nosotros nos hubiera gustado, pero si de la forma en que le venía mejor a la persona o personas que lo recibieron.

No nos debe de preocupar si lo valoran o no o si lo valorarán más adelante.

Debemos aceptar los planes que la vida tiene preparados para cada uno de nosotros.

Es verdad que nos resulta doloroso el tener que separarnos de alguien querido, pero ignoramos que al hacerlo se cierra una etapa de nuestra vida que ya no necesitamos y se abre una nueva en la que aparecerán otras personas y otras experiencias que son las que ahora precisamente necesitamos que se presenten como entonces necesitamos las anteriores.

Lo mejor que podemos hacer es no aferrarnos a lo que ya no es para nosotros.

No podemos pretender que las cosas sucedan cómo a nosotros nos gustaría.

La vida no la podemos controlar tan solo podemos aceptarla y confiar en que lo que nos ofrece es lo mejor para nosotros aunque a veces nos parezca que es todo lo contrario.

Porque si pretendemos decirle a la vida como lo tiene que hacer y le ponemos barreras sufriremos.

Pero además de causarnos sufrimiento a nosotros mismos, cuando nos negamos a aceptar lo que nos propone en cada momento, también nos negamos la posibilidad de poder crecer y sentirnos plenos y felices.

Dejemos a la vida que nos presente lo que crea conveniente para nosotros simplemente porque ella sabe lo que nosotros ignoramos de nosotros mismos.

Ella conoce perfectamente nuestro enorme potencial y todo lo que nos estamos perdiendo cuando, por no enfrentarnos a aceptar nuestra realidad, pretendemos que sean otros los que nos reconozcan, valoren y nos amen.

Ella sabe que somos perfectos así tal como somos y lo único que pretende es que dejemos de intentar protegernos y nos aceptemos con todo lo que somos, nuestra parte luminosa y nuestra parte oscura.

Porque la vida sabe que solamente aceptándonos completamente podremos amarnos y así dar lo mejor de nosotros mismos.

Y también sabe que sólo cuando nos amamos primero a nosotros conseguimos amar y que nos amen sin tan siquiera pretenderlo.

Confía y ábrete a recibir todo lo que la vida te brinde.

No tengas nunca miedo a abrir tu corazón porque si tu das lo mejor de tí habrás amado incondicionalmente y el amor nunca te hará daño.

Lo que te hace sufrir siempre son tus propios pensamientos.

Lo que tu piensas sobre lo que está sucediendo es lo que te hace sufrir.

Aceptar que nada es para siempre  es estar en la realidad.

El aferrarnos a que las cosas sean como nosotros queremos nos lleva a sufrir.

Aceptar lo que la vida nos propone, al contrario de lo que pensamos, nos lleva directamente a la felicidad.

La vida es amor al igual que nosotros por eso lo natural en nosotros es amar.

Nunca dejes de amar porque si lo haces por cualquier motivo, aunque sea para protegerte de que te puedan hacer daño, no te estarás permitiendo ser lo que en realidad eres y sufrirás.

 

 

2 comentarios en “Nunca te arrepientas de haber amado

  1. Hermosoooooo, y con los hijos como hacemos cuando son casados y no te vienen a visitar tan seguido aunque te quieran mucho? Escribe algo sobre eso para comprender y pider soltar gracias

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