Una mala noticia es también una gran oportunidad

 

El pasado día 11 me dieron una mala noticia. Tengo cáncer.

Algo me había imaginado después de hablar con el especialista que me hizo la última prueba.

Me dijo que había visto algo que no le gustaba nada y que fuera pidiendo cita con el cirujano mientras lo analizaban.

Yo ya la tenía.

Tardarían diez días en darme el resultado de la biopsia pero me llamaron antes del laboratorio para darme el resultado.

Mi padre había fallecido veinte días antes de cáncer, después de dos años bastante duros así que la situación en la que me encontraba era delicada.

Todo esto de mi enfermedad lo llevo viendo desde el mes de julio y durante este tiempo he tenido diferentes emociones y pensamientos.

Cuando te dicen que eso que te han visto puede ser que degenere o que incluso ya sea cáncer te causa un fuerte impacto.

Soy una persona positiva y antes de saber que era cáncer pensaba que yo no lo iba a tener y que todo iba a ir bien.

Como comenté en este post anterior (Siendo coherente), he sido consciente de que tenía que tomar decisiones y he decidido en todo momento como enfrentarme a este problema que me presenta ahora la vida.

 

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Después del primer impacto cuando me llamaron desde el laboratorio para decirme que el tumor era maligno, los pensamientos han sido claros.

He decidido confiar en que todo lo que me está sucediendo, sea lo que sea, tiene un motivo.

Aún no sé como terminará todo esto ni el alcance que tendrá, pero se que va a ser algo por lo que tengo que pasar y que traerá algo muy bueno.

Se que ahora no puedo verlo y que incluso podría interpretarlo como algo muy malo en mi vida pero no soy capaz de verlo así.

Durante el proceso de la enfermedad de mi padre me causaba dolor el verle como estaba viviéndolo desde el sufrimiento y el miedo en lugar de vivirlo desde la confianza y el amor.

El se quejaba de que se encontraba mal y de que así no merecía la pena vivir, porque tenía la esperanza de volver a estar como antes de tener la enfermedad, a pesar de que cuando le diagnosticaron el cáncer ya le dijeron que tenía metástasis y que no podían quitarlo.

Me dolía ver como no aceptaba la realidad de lo que le ocurría y no disfrutaba de los días en los que se encontraba mejor.

Al no aceptar el proceso de su enfermedad no podía valorar tampoco lo que la quimioterapia paliativa le proporcionó para tener una mejor calidad de vida.

Ahora que yo estoy en mi propio proceso se que debo valorar y disfrutar de todo lo que tengo ahora y de todo lo que vendrá después.

Se que la queja no me servirá de nada y que lo único que me proporcionaría sería tener un estado de ánimo que me llevaría al sufrimiento.

Y no tengo ninguna gana de sufrir más de lo necesario.

Sé que la intervención a la que me voy a someter tendrá una repercusión en mi cuerpo y que durante un tiempo voy a sentir dolor y a estar incómoda.

A día de hoy no sé aún si todo va a terminar cuando me recupere de la operación o si van a tener que ponerme quimioterapia pero lo que si sé es que disfrutaré en cada momento de sentirme viva.

 

Te invito a que cuando termines de leer este post veas también este otro

Disfrutar de la vida es nuestra misión

 

Sé que la vida en ocasiones nos pone delante cosas que no nos agradan y que incluso nos pueden causar dolor pero también se que el sufrimiento no es algo que nos traiga la vida.

El sufrimiento nos lo proporcionamos nosotros con lo que pensamos que nos está sucediendo.

Y yo no quiero sufrir.

He decidido que no quiero vivir desde el miedo nunca más.

He tomado la decisión de vivir desde el amor con todas las consecuencias.

Vivir desde el amor conlleva el confiar en que todo lo que está sucediendo es necesario y para un bien mejor.

Es aceptar la vida tal y como viene y fluir con ella.

Es vivir desde la incertidumbre de no saber que sucederá pero también es dejarme sorprender por lo que la vida disponga para mi en cada momento.

Es dejar atrás el control y la seguridad que me proporciona lo cotidiano y todo lo que conozco y que me hace percibir la vida como un sobrevivir monótono y sin sentido.

Es apreciar cada momento, sin pensar en el pasado ni en lo que pasará después.

Es sentir el maravilloso milagro en que consiste estar viva.

Es, en definitiva, sentirme viva.

 

¿Y tu que piensas?

Déjame tu comentario. Me interesa conocer tu opinión.

¿Sabías que la vida siempre está dispuesta a darnos lo que le pedimos?

LA VIDA ESTÁ ESPERANDO QUE DECIDAS SER FELIZ

 

 

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