Nuestra vida cotidiana con todas las ocupaciones y obligaciones que tenemos nos puede hacer olvidar que la felicidad se basa en sentir lo maravilloso que es estar vivos y poder disfrutar de todo lo que nos sucede.
Cuando vivimos desde el miedo pensamos que la vida tiene cosas buenas y cosas malas y centramos nuestra atención en las que consideramos que nos perjudican dando por hecho que cuando nos suceden las buenas es porque las cosas tienen que ser así siempre para que seamos felices.
Estos nos hace tener una visión distorsionada de lo que es realmente estar vivos y de la vida en general.
Estar vivos conlleva riesgos pero esto no debe de darnos una visión negativa de la vida.
Por el contrario si todo fuese bueno no tendríamos manera de saberlo si no pudiésemos compararlo con todo lo contrario.
Tenemos en general una visión muy limitada de la vida cuando la percibimos desde el miedo.
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Aceptar o soltar
Nos olvidamos por ejemplo, de que sufrir por un desamor lleva detrás haber disfrutado con esa persona y también de que todo final a la vez es también un principio de algo nuevo y que también puede ser maravilloso, si nos permitimos a nosotros mismos que así sea.
Todo depende de nuestra actitud ante todo lo que se nos presenta.
No podemos controlar que nos quiere mostrar la vida pero si podemos decidir nuestra actitud ante ello.
Se puede disfrutar de absolutamente todo si somos conscientes de que la vida en sí es un milagro en el que estamos participando solamente por un tiempo y por una razón.
No debería importarnos tampoco descubrir cual es la razón por la que estamos vivos porque en realidad no estamos aquí para descubrirlo.
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Disfruta de la vida
Estamos aquí para disfrutar de la vida y para aportar nuestro granito de arena para que otros también lo puedan hacer.
La manera en que cada uno de nosotros lo consiga es cosa nuestra.
Solemos tener una visión muy limitada de nosotros mismos y de la influencia de nuestra propia vida no solamente en las personas que conforman nuestro entorno sino en las de todas las que existen en la actualidad y en las que vendrán después de nosotros.
Si nos diésemos cuenta de que todo lo que ha sucedido en nuestras vidas («bueno y malo«) nos ha llevado a estar donde estamos en este preciso momento y si fuésemos conscientes de todo lo que hemos aportado a otras personas y esas a su vez a otras y así sucesivamente seríamos capaces de reconocer el maravilloso milagro en el que estamos todos participando a la vez.
Se trata de nuestra propia evolución, de la evolución de los demás, de la del propio planeta y de todo lo que existe y es.
En todo eso estamos participando y nadie, absolutamente nadie podría hacerlo como lo estamos haciendo nosotros.
Y tú, ¿qué piensas?
Déjame un comentario. Me interesa conocer tu opinión.
me encanta tus post
Gracias Mireya. Me alegra que te gusten
PIENSO QUE LA VIDA ES DURA Y VERDAD TODO PASA POR ALGUNA RAZON BUENA O MALA PERO POR QUE TAN DESEQUILIBRIO HABLO POR MI VEO QUE TODO ES SACRIFICIO A LA FINAL SIENTES QUE NO HAS HECHO NADA QUE EL MIEDO Y LA INSEGURIDAD TE ATRAPARON Y PIENSAS QUE NO VALIO LA PENA NADA NO SE ESTOY MUY CONFUNDIDA CON LA VIDA EN VERDAD CUANDO NACEMOS POBRES DE DINERO ES TAN DIFICIL ABRIRSE CAMINOS SERA QUE TIENE QUE SER ASI
Cuando percibimos nuestra realidad desde el miedo sentimos carencia en todos los sitios. Creemos que nunca tendremos suficiente personalidad, inteligencia, dinero, amor… Entonces pensamos que todo esto se debe a la mala suerte sin darnos cuenta de que lo que percibimos fuera es tan solo un reflejo de como nos sentimos por dentro. El dinero no da la felicidad. Es cierto que nos aporta comodidades y lujos que no podemos disfrutar si no lo tenemos, pero la felicidad no tiene que ver con nada de eso. Es feliz el que se siente a gusto con lo que tiene y disfruta de lo que la vida le brinda y para eso tenemos que vivir desde el amor. Para vivir desde el amor lo primero que debemos hacer es dejar de culpar de nuestra situación a todo lo que hay fuera de nosotros, responsabilizarnos de las decisiones que tomamos y asumir sus consecuencias. Todo lo que ves fuera de ti son las consecuencias de decisiones que tomaste en el pasado inconscientemente. Acepta que no eres perfecta y que lo que te aportan las situaciones que vives son vivencias de las que tienes que aprender. Supera las limitaciones que te proporcionan las creencias que otros te han proporcionado sobre ti misma y sobre lo que es la vida. Amate con todo lo que eres, tus cosas buenas y las que no consideras que lo sean. Cambia las que creas que debes cambiar y acepta las que no puedas cambiar y ámalas porque son parte de ti y tu eres amor ya tal y como eres. Créeme cuando te digo que tienes todo lo necesario para ser feliz, tan solo necesitas hacerte consciente de ello.