¿La sinceridad te gusta o te asusta?

 

Siempre he preferido que me digan lo que realmente piensan las personas que me quieren.

Cuando tratan de no hacerte daño y te hablan con sutileza muchas veces no entiendes lo que realmente quieren decirte.

Sobre todo cuando lo que te intentan hacer ver es algo que te produce dolor.

También he estado en el otro lado, teniendo que ser yo la que tiene que decir algo que probablemente dolerá a la otra persona y sé que la sutileza puede ser correcta pero no es efectiva.

Escuchar la opinión que tiene otra persona sobre nosotros mismos o sobre las cosas que nos ocurren nos hace poner los pies en el suelo y contemplar mejor la realidad.

Y he dicho escuchar. Es decir prestar atención a lo que estamos oyendo y valorar si lo que nos dicen tiene algo que ver con nosotros o no.

Una prueba de que si tiene que ver, es nuestra resistencia al comentario.

Cuanto más nos enfademos y neguemos que pueda ser así, más tendrá que ver con nosotros.

 

Te invito a que cuando termines de leer este post veas también este otro

El control y las expectativas

 

La resistencia a admitirlo tiene que ver con nuestro dolor a aceptar que eso que tanto nos molesta ver en otros también es nuestro.

Nadie se ofende con algo que no cree que es para él.

No hay más ciego que el que no quiere ver y nos suele costar mucho ponernos vendas que nos protejan lo suficiente, como para que venga alguien a quitárnoslas así sin más y que nos enfrente con esa realidad que nos duele tanto admitir.

Supongo que el que prefiera la sinceridad a la sutileza tiene que ver con que yo quiero entenderme aunque no me guste en ocasiones lo que veo.

Pretender ser perfectos es absurdo y una de las causas que nos genera mayor sufrimiento.

No lo somos.

Todos nosotros tenemos cosas maravillosas en nuestro interior y cosas que nos causan sentimientos de reprobación cuando las vemos reflejadas en los demás.

Aceptarnos plenamente con todo lo que somos nos da la posibilidad de hacernos conscientes de las cosas que no nos agradan de nosotros mismos y conocer el motivo que nos llevaron a tenerlas, que en la mayoría de los casos ha sido para protegernos y no sentir dolor.

Reconocerlas es el primer paso para poder cambiarlas si es que no las necesitamos ya en nuestras vidas o por el contrario aprovecharlas pero ahora ya transformándolas y utilizándolas a nuestro favor.

¿Tu que opinas?
Déjame tu comentario. Me interesa conocer tu opinión.
 

2 comentarios en “¿La sinceridad te gusta o te asusta?

    • Para que no te haga daño ninguna opinión, recuerda siempre que es su verdad, su manera de ver las cosas y de verte a ti pero que no tiene porqué ser así y que a ti ese comentario, que no tienes por que creer, te sirve para plantearte cosas tuyas. Un saludo

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