El apego y los cambios

 

 

En estos días he vivido un cambio en una relación con una amiga a la que quiero mucho.

Escuchamos últimamente hablar del apego y lo relacionamos casi siempre con las relaciones de pareja.

Pero tenemos apego no solamente a las relaciones de pareja, sino a otro tipo de relaciones como las de amistad  o familiares y también a cosas materiales y a situaciones.

Realmente tenemos apego a muchas cosas pero o bien no caemos en la cuenta hasta que las perdemos o pensamos que es normal que lo tengamos.

¿Quién no está apegado a la persona que ama o a su mejor amigo? ¿Quién no está apegado al trabajo que le proporciona seguridad y dinero aunque no le guste? ¿O quién no está apegado a su casa o a su coche?

Ninguno de nosotros queremos perder ninguna de las cosas que poseemos o que creemos que son nuestras o a las que nos hemos acostumbrado a que estén siempre ahí para cuando nosotros las necesitemos.

Esto que nos sucede es normal.

 

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El único problema que podemos tener es olvidarnos de que en esta vida nada es eterno y que llegará un momento en que muchas de las personas, las situaciones y las cosas que están en nuestras vidas van a dejar de estar en ella, por muy diversas circunstancias.

Si pensamos que las cosas no tienen por que cambiar y que siempre van a estar, ese pensamiento será el motivo de nuestro sufrimiento, pues la vida es un continuo cambio y nada, absolutamente nada, se queda igual que cuando empezó.

Hay sufrimiento cuando unos padres no aceptan que sus hijos son mayores e independientes y pretenden alargar la misma relación que han tenido desde que nacieron sus hijos.

También lo hay cuando una persona no acepta que la persona que antes le amaba decida marcharse e intenta por cualquier medio que no se vaya y que la relación continúe siendo igual que antes.

Hay sufrimiento cuando los hijos no aceptan la vejez de sus padres y su dependencia.

Cuando no aceptamos la muerte de un ser querido.

Cuando no admitimos que los amigos pasan por nuestra vida y puede que se marchen más adelante o que sigan cerca pero que ya no estén con la misma intensidad que antes.

Cuando no aceptamos los cambios de nuestro cuerpo.

Cuando no aceptamos un cambio en el trabajo o un despido.

Hay sufrimiento cuando no aceptamos cualquier cambio, sea el que sea que se nos presente.

En mi caso, mi mejor amiga me recordó algo que yo sabía pero que, cuando llega el momento, emocionalmente cuesta aceptar.

Me recordó que voy a tener que vivir muchos cambios en mi vida.

Que unos me agradarán y otros no.

Que no voy a poder hacer nada para poder evitarlos y vendrán aunque yo no quiera.

Pero que lo que si puedo hacer es decidir cual será mi actitud antes esos cambios.

Puedo decidir no aceptarlos e intentar aferrarme a que todo siga como a mi me gusta y entonces sufriré y yo misma seré la causa de mi sufrimiento.

O puedo elegir aceptarlos con el pensamiento de que aunque no me gusten, vienen a aportarme algo necesario para que yo evolucione y crezca.

Como he vivido las dos situaciones, me quedo con la segunda opción.

Por experiencia se que los cambios esconden grandes oportunidades para mi, aunque para poder verlas tengo que afrontarlos, aceptarlos y ver que es lo que me vienen a enseñar sobre mi misma.

Le agradezco a mi amiga lo que me ha recordado y la oportunidad que me ha dado de conocerme aún más a mi misma y de aceptarme y amarme más.

También le agradezco que me haya dado la oportunidad de respetarla y aceptar que es libre para decidir lo que quiere para su vida y de comprobar que el sentimiento de cariño que tengo por ella no ha cambiado en nada al que tenía antes de que nuestra relación cambiase.

Todas las personas que aparecen en nuestras vidas lo hacen con varios motivos pero el principal es enseñarnos algo sobre nosotros mismos.

Todos somos maestros y alumnos unos de otros.

Los mejores maestros son aquellos por los que tenemos los sentimientos más fuertes.

También serán los que nos enseñen las cosas más importantes pues nos impactará más cuando lo hagan y removerán cosas que hemos estado durante muchos años de muy diversas formas evitando ver pues nos causan sufrimiento.

A cambio serán las personas que más tiempo estarán en nuestro corazón y por lo tanto de alguna manera en nuestras vidas a pesar de a algunas, por diferentes motivos, ya no las veamos.

Es conveniente que sepamos que no debemos apegarnos a nada ni a nadie porque estarán en nuestras vidas mientras tengan que estar.

Y que el que no lo estén no tenemos que personalizarlo, porque tiene que ver con ellos mismos y con que ya se ha acabado su misión para con nosotros y deben proseguir su camino al igual que nosotros el nuestro.

El no aceptar lo que nos brinda la vida nos hace sufrir.

Aceptar lo que la vida nos trae tiene que ver también con que cuando lo que nos brinda es el que alguien o algo se aleja de nosotros, debemos dejarlo ir.

 

¿Y tú como afrontas los cambios?

Déjame tu comentario. Me interesa tu opinión.

¿Sabías que tras los cambios se encuentran nuestras mejores oportunidades?

Los cambios son en realidad grandes oportunidades

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3 comentarios en “El apego y los cambios

  1. Estoy sufriendo de un terrible apego que, concientemente, se que no tiene razon de existir. Pero por mas que me esfuerzo, no puedo eliminarlo. Necesito q me ayuden, por favor, a dejar ir a mi pareja. Se q no me quiere, q no me soporta y aun peor, que nunca me ha querido realmente hasta el punto d aprovecharse de mi y hasta de robarme. Pero se me hace imposible dejarlo ir. Es horrible para mi pensar q ya no me quiere.

    • Si como tu misma dices el no te quiere, ¿no crees que te mereces alguien que si te pueda amar?
      Voy a decirte dos cosas. En primer lugar para encontrar a alguien que te ame, primero tienes que amarte tu a ti misma y no lo estás haciendo aguantando esta situación. En segundo lugar tu tampoco amas a tu pareja. Si le amases realmente le dejarías marchar ya que no es feliz contigo. Cuando amamos a alguien lo que queremos es su felicidad y contribuir nosotros a ella. Tu lo que tienes y tu pareja también, es una relación adictiva. Estas relaciones son muy dañinas por cierto emocional y físicamente y al igual que con cualquier tipo de adicción hay que desengancharse de ella. La única forma de hacerlo es amándose uno así mismo y pasar el «mono» pero créeme nada de lo que pases, si es que tomas la decisión de dejarlo ir, va a ser peor que esto que ya estás pasando quedándote ahí sin hacer nada. Nadie puede hacer por ti esto y no hay ninguna pastilla mágica que pueda conseguir que las cosas sean como tu quieras que sean. Solamente tus decisiones serán las que te lleven a la felicidad. Toma la decisión que te haga feliz.

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