El amor tiene mucho que ver con la generosidad.
No se puede amar sin ser generoso.
Estar dispuesto a amar a alguien significa estar dispuesto a escuchar, a entender, a abrir tu forma de pensar para comprender porque piensa y siente así esa persona diferente a ti.
Esto lleva consigo el renunciar a querer llevar siempre la razón y a pensar en la otra persona además de en nosotros mismos.
También lleva implícito el compartir con la otra persona nuestros más íntimos sentimientos pues no hay otra manera de darse al otro que hacerle partícipe de tu propia historia, de tus propios pensamientos.
Además hay que estar dispuesto a perdonar y no solamente al otro sino también a nosotros mismos.
A entender que la otra persona piensa y ve las cosas de una manera diferente.
A comprender que si nos ha herido algo que haya dicho o hecho, eso tiene que ver con como nos sentimos nosotros con nosotros mismos.
Esa persona especial solo nos mostrará lo que aún tenemos que sanar en nosotros.
Y lo hará de la misma manera que lo haremos nosotros con ella.
Siendo nosotros mismos.
No podemos amar ocultándonos ante la otra persona o fingiendo ser quienes no somos.
Si hacemos esto no nos estaremos permitiendo ser y sufriremos y haremos sufrir al otro también.
El amor tiene que ver con el dar y no con el recibir.
Pero no solamente hay que ser generoso con las cosas materiales, como estamos acostumbrados a pensar o a hacer.
No hay acto más generoso que el darse uno a otra persona.
Pero cuando digo darnos además de a nuestra parte física me estoy refiriendo a nuestra parte mental y emocional también.
Para mi en esto consiste el amor.
¿Tu que piensas?
Déjame tu comentario. Me interesa conocer tu opinión.