Estoy harta de hacerme la dura. Estoy cansada de tener que protegerme así. De no decir realmente lo que siento por temor a que me hagan daño.
Cuando te digo que se lo que quiero, es cierto.
Quiero alguien que me ame con todo lo que soy, con mi lado maravilloso que es el que tú ves de mí porque yo te muestro de muy buen grado y con mi lado oscuro que es el que no me gusta mostrar porque me parece horrible y que me sale sin querer cada vez que me siento acorralada, cuando siento miedo.
En el pasado ese lado oscuro que oculta todos mis temores y que sale sin querer cada vez que me siento herida, me ha hecho daño y he pensado que era la causa de que no me amaran y por ese motivo lo he ido ocultando cada vez más.
Ahora sé que el motivo no era esa parte que me he empeñado en que no saliese de mí.
La verdadera causa era precisamente que yo no admitiera esa parte y que es tan mía como la otra que si me gusta.
Todo eso soy yo y durante todos estos años he estado no aceptando esa parte de mí, es decir no aceptándome a mi misma.
En este momento estoy trabajando en aceptarme completamente, en amarme con esa parte que me causa dolor cada vez que sale y que ahora veo de manera diferente.
No me da miedo mostrarme tal y como soy. No quiero fingir más que no me duelen las cosas.
Quiero decirte lo que siento.
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Sé que llevo poco tiempo haciéndolo y que no lo hago de una manera “correcta”. Que debería de hacerlo con amor porque yo no pretendo hacerte daño cuando haces algo que a mí me causa dolor.
Quiero pedirte perdón por ello. Lamento enormemente si te he hecho sentir mal al mostrarte mis heridas.
Sé que cuando me ocurre esto no tiene que ver con lo que tú has hecho o hayas dejado de hacer. Tu tan solo eres tú mismo.
Tiene que ver conmigo y con esa parte de mí que me cuesta reconocer y que me duele tanto cuando sale.
También sé que durante todos estos años he estado echándole la culpa de lo que me pasaba a las personas que hacían que se abriera esa parte de mí que me causaba tanto dolor admitir.
Ponía mi atención en el hecho, en lo que había sucedido y me centraba en ello para evitar mirar dentro de mí y así descubrir la verdadera causa de mi dolor.
Ahora que he descubierto que esta es la causa de mi incapacidad para poder amar, no quiero seguir haciéndolo.
He comenzado por amarme a mí misma incluyendo esa parte que antes no quería ver y de la que ya no me avergüenzo sino todo lo contrario.
He empezado a poner límites donde antes no los ponía pues lo único que hacía era querer complacer a todo el mundo para que me quisieran, sin darme cuenta que lo único que conseguía con ello era anularme y que los demás no me respetaran al no respetarme yo.
He comenzado a ser sincera conmigo misma primero y con los demás también.
Por eso tengo que decirte que sé que el verdadero amor no es fácil. Que se trata de aceptar al otro plenamente y amarle tal cual es, sin pretender cambiarle.
Que sé que llevo una mochila llena de experiencias dolorosas y que me van a hacer difícil el confiar en ti.
Que sé que tú también llevas la tuya y también tienes tanto miedo como lo tengo yo.
Que espero de tí que tengas paciencia conmigo cada vez que me veas enfadada y que sepas siempre que no tienes que personalizarlo en ti, aunque yo en ocasiones en un primer momento si lo haga.
Que esa manera de protegerme que llevo ejerciendo durante años saldrá en algunas ocasiones, sobre todo cuando más herida me encuentre y que poco a poco ya no precisaré utilizarla.
Que lo único que necesitaré es que estés en ese momento conmigo, que me abraces y me tranquilices y me hagas sentir que me amas a pesar de todo.
Que yo tampoco me tomaré como algo personal tus reacciones cuando algo de mí te haga sentir mal, pues sabré que tiene que ver contigo, con tu propio lado oscuro y con tus heridas.
Y que te amaré aún más cuando llegue ese momento porque sabré que me estás mostrando tu lado más frágil, más sensible, el que más necesita de mi amor.
Que no quiero necesitarte ni que me necesites para ser feliz.
Quiero ser feliz por mi misma y que tu lo seas por ti mismo y que compartamos esa felicidad el uno con el otro.
Que quiero estar contigo y que tu estés conmigo desde la libertad de que los dos decidamos estar juntos porque nos hace sentir bien, nos enriquece y nos sentimos parte de un proyecto de vida en común pero respetamos la individualidad de cada uno.
Debo de confesarte también que tengo miedo de no dar la talla. Que tengo miedo de que me dejes. Que tengo miedo a sufrir.
Pero que a pesar de todos esos miedos estoy dispuesta a AMARTE y a DEJARME AMAR.
¿Tú que opinas?
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