A veces no entendemos que es lo que está pasando para que de pronto todo se ponga patas arriba.
Creemos que nosotros no estamos haciendo nada para que todo se haya dado la vuelta.
Pensamos además que no puede sucedernos aquello que nos llega por que creemos que hemos actuado con toda la honestidad y tenemos toda la razón en pensar de la manera que pensamos o de decir aquello que decimos y que realmente sentimos.
Y sin embargo, a pesar de creer que hemos actuado bien, no sabemos por qué pero nos sentimos mal.
No comprendemos lo que está pasando.
Nos sentimos desconcertados, tristes.
Desconocemos el motivo por el que tenemos ese malestar.
Esos difíciles momentos son muy importantes para valorar lo que realmente nos está pasando.
Para darnos cuenta de que nada de lo que sucede afuera es ajeno a nosotros.
Que ese extraño malestar que sentimos, en realidad no tiene que ver con lo que haya sucedido sino que nos sentimos mal con nosotros mismos.
Y nos sentimos así porque no estamos en coherencia. Actuamos, sentimos y pensamos de diferentes maneras.
Pero esta situación en la que nos encontramos en ese momento es la oportunidad que nos brinda la vida para que revisemos todo lo que nos está sucediendo para sentirnos así.
Se trata por tanto de una oportunidad para abandonar cosas a las que nos estamos aferrando y que nos hacen sufrir.
De abrirnos al cambio. De salir de nuestra zona de confort que es la verdadera causa de nuestro malestar.
De soltar todo aquello que no nos esté haciendo sentir la felicidad que es inherente en cada uno de nosotros.
De dejar ir todo lo que nos está impidiendo ser nosotros mismos.
De abandonar ese muro protector que nos ponemos para que no nos hagan daño y que termina siendo nuestra propia cárcel.
Yo he pasado por situaciones así y habló desde mi propia experiencia.
Se que estas ocasiones nos hacen crecer y ser mejores.
Pero para lograrlo debemos de dejar de culpabilizar a lo de afuera y rendirnos y admitir que puede que las cosas no sean solo como nosotros las vemos.
Abrir esa puerta es la clave para todo lo que viene después y que nos proporcionará la oportunidad de ver la vida tal y como es: maravillosa.
Cuando alguien al que aprecio está pasando por una situación así, tan solo le deseo desde el fondo de mi corazón que deje de hacer tanto caso a su cabeza y que escuche a su propio corazón.
Encontrarnos con nosotros mismos, aceptarnos con todo lo que somos y amarnos plenamente con todo lo que nos gusta y lo que no, nos lleva directamente a la felicidad.
¿Tu que opinas?
Déjame algún comentario. Me interesa conocer tu opinión.
ME FACINO EL COMENTARIO… SABES QUE TENGO MI PAREJA Y A VECES NO SE SI SOY YO LA QUE ESTOY FALLANDO EN PELEAR. POR CIERTA RAZONES.. COMO PORQUE LA CASA ESTA SUCIA, EL PORQUE EL HACE COSA SIN INFORMARME.. COMO TAMBIEN QUIERO QUE EL CAMBIE PORQUE CUANDO BEBE SE PONER A BEBER MUY FEO.. NO ME GUSTA QUE ANDE MUCHOS CON SUS AMIGOS PORQUE NO ME GUSTA COMO ELLOS SONN.. HAY COSAS QUE YO QUIERO QUE EL CAMBIE.. ME CUESTA ACEPTAR… YO QUISIERA ACEPTAR SU VIDA.. PERO PIENSO EN EL QUE DIRAN DE LOS VECINOS Y TAMBIEN PORQUE YO SOY MILITAR VEZ… ME GUSTO MUCHO ESTE MENSAJE
Gracias Ledy. Tenemos que pensar que la vida no es algo ajeno a nosotros. Tu vida eres tu misma, empieza y termina en ti, y tienes que valorar si te importa más lo que tu sientes y lo que piensas o si para ti son más importantes los demás.