¿Sientes toda la abundancia que hay en tu vida?

 

Poner nuestra atención en lo que nos gustaría conseguir, está bien pues nos motiva para ser mejores personas y así también poder expandir toda esa energía positiva entre las personas que nos rodean.

Sin embargo cuando centramos nuestra atención en lo que nos falta, corremos el peligro de no ver por completo toda la realidad que nos rodea y, que en vez de ser conscientes de la abundancia que hay en nuestras vidas, vivamos con una sensación de escasez que nos hace percibir una vida triste y llena de penalidades.

Pensar que seríamos felices si tuviésemos solucionada la parte económica, además de no ser cierto, nos lleva a percibir la vida como si solo fuésemos algo físico.

La felicidad no tiene que ver con nada material.

Una vez cubiertas nuestras necesidades básicas para poder subsistir no necesitamos nada más para ser felices y disfrutar de estar vivos.

Todas las otras cosas materiales que nos llevan a dedicar gran parte de nuestra energía y de nuestra vida en poder conseguirlas, no son necesarias y en la mayoría de las ocasiones el querer hacerlas nuestras nos hace vivir «esclavizados» en esta sociedad en la que desde muchos frentes nos pretenden hacer ver que felicidad es sinónimo de tener más cosas y cuantas más y más caras mejor.

Esta rueda en la que todos estamos metidos y de la que nos resulta difícil salir, nos hace estar prestando nuestra atención en todo lo que tenemos que hacer para conseguir en un futuro lo que nos falta y nos «hará felices cuando lo tengamos» y paradójicamente nos impide al mismo tiempo que dispongamos de tiempo para poder disfrutar de la vida, pues lo tenemos que emplear en trabajar para poder conseguir el dinero necesario para conseguirlas.

Al mismo tiempo centrar nuestra atención en lo que nos falta, como dije al principio nos hace sentir que vivimos en la escasez y no percibir la realidad tal y como es.

Hoy, como cualquier otro día, me siento agradecida por todo lo que tengo y lo que puedo compartir.

Y tú, ¿piensas lo mismo?

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¿Sabías que para amar hay que ser generosos?

NO PODEMOS AMAR SIN SER GENEROSOS

 

 

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