Vivimos en una sociedad en la que tener prisa parece sinónimo de eficacia.
Se nos va la vida en hacer más y más cosas.
Hemos hecho del estrés una forma de vida y la percibimos así hasta en vacaciones.
Se nos va el día en hacer mil cosas a toda prisa y en cuanto que nos queda un rato libre, tenemos en mente siempre alguna cosa con la que llenar ese hueco y si no la tenemos la buscamos rápidamente.
El caso es no parar… llenar nuestro día a día de actividades que nos tengan entretenidos.
¿Pero acaso no nos damos cuenta de que resulta paradójico que en este momento histórico actual sea cuando se dediquen al trabajo menos horas y curiosamente sea el periodo en el que más estresados vivimos?
El disponer de tiempo libre debería de servirnos para todo lo contrario.
Para disfrutar haciendo todo aquello que nos produzca simplemente el placer de hacerlo y además, deleitarnos haciéndolo con… tranquilidad.
«La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes»
Esta famosa frase de John Lennon define claramente como interpretamos que es la vida en las «sociedades avanzadas» actuales.
Deberíamos replantearnos muchas cosas, a mi modo de ver.
