Ayer viví una experiencia que me emocionó.
Una pareja de novios discapacitados me hizo sentir que el amor y la felicidad no se consiguen a través de la perfección como nuestra sociedad continuamente, sobre todo a través de los medios de comunicación intenta hacernos creer, sino sencillamente aceptándonos y aceptando al otro con todo lo que somos y es y, a la vez no poniendo expectativas en lo que pueda suceder para poder disfrutar de todo lo que podamos y nos puedan dar.
Y esto me lleva a pensar en que lo que esperamos que sea cualquier cosa es una de las mayores causas de nuestro sufrimiento.
Desde bien pequeños aprendemos que para que nos amen tenemos que cumplir con una serie de expectativas que se esperan de nosotros.
Se espera que seamos buenos y cariñosos, que nos portemos bien, que seamos estudiosos y que saquemos buenas notas, que consigamos un trabajo que nos dé prestigio y mucho dinero, etc.
Ya cuando vamos haciéndonos mayores esto nos ha calado lo suficiente para que a estas expectativas, además se añadan las que ya «consideramos» nuestras.
Buscaremos conseguir la casa perfecta, el coche ideal, la pareja perfecta para que nos ame y nos proporcione unos hijos perfectos en los que depositaremos también nuestras expectativas y así volveremos a cerrar el círculo en el que nos encontramos metidos y en el que no somos conscientes, la mayoría de nosotros, que estamos participando.
Y todo esto para demostrar a todos, incluidos a nosotros mismos también, lo importantes y felices que somos.
Te invito a que cuando termines de leer veas también este post
El control y las expectativas
¿Pero realmente esto es así? ¿Son todas esas cosas las que nos dan la felicidad?
Yo pienso que sucede todo lo contrario.
De pequeños todos soñamos con llegar a ser… algo que nos llenará de satisfacción cuando lo consigamos.
Cada uno tenemos un hermoso sueño que nos gustaría realizar.
Pero con los años esos sueños terminan siendo algo que nos hubiera gustado hacer, pero que solo un niño podía pensar que fuese posible cumplir.
Y para alcanzar la felicidad es necesario que todas esas expectativas que han puesto en nosotros y han acabado siendo nuestras desaparezcan.
Ser feliz es algo que es innato.
Lo somos la mayoría de nosotros durante la mayor parte del tiempo pero no somos conscientes de que es así porque pensamos que ser felices es no tener problemas y estar alegres todo el tiempo.
Es decir ponemos expectativas absolutamente en todo incluso en algo tan sencillo como es… vivir.
Si pudiésemos ser conscientes del milagro en el que estamos participando simplemente por el hecho de estar vivos, estaríamos admirando continuamente lo maravillosa que es la vida.
Gracias Universo por permitirme ser cada día más consciente y pueda ser capaz de ver que son mis propias limitaciones las que me impiden conseguir cualquier cosa que yo desee.
Y tu que piensas?
Pon tu comentario. Me interesa conocer tu opinión.
¿Sabías que ser felices es algo innato en los seres humanos?