El hombre que no quería compromiso

Tengo una amiga que lleva cuatro años de relación con su pareja. Durante cuatro años han sido varios sus encuentros y desencuentros. El motivo según mi amiga es que él no quiere un compromiso y quiere actuar como si fuera soltero. Eso a ella no le gusta pero a pesar de que corta la relación por ese motivo existe una especie de adicción entre ellos que hace que vivan en un continuo ni contigo ni sin ti. Así que cuando ella se aleja él quiere estar con ella de nuevo y cuando finalmente vuelven a estar juntos, al cabo de un tiempo, el vuelve a tener los mismos comportamientos que ella detesta. Esto se ha convertido en un círculo vicioso.

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En la última ocasión en la que por enésima vez estaban en la misma situación mi amiga ya no estaba igual. Después de tanto tiempo ya estaba cansada de ver que aquello no llegaba a ninguna parte y sus sentimientos ya eran menos intensos. Se empezaba a encontrar bien sin estar con él. Su “pareja” sin embargo continuaba con el mismo ritual. Además como notaba que mi amiga estaba más despegada sentía más deseo de volver con ella.

Pero cuando por nosotros mismos no somos capaces de aprender lo que nos enseñan las personas y las diferentes situaciones por las que pasamos  (sobre todo las que se repiten una y otra vez), el universo nos pone en situaciones que nos hacen ver las cosas de manera totalmente diferente.

Y el amigo de mi amiga sufrió un infarto.

Esto le hizo ver las cosas de otra manera. Se dio cuenta de que mi amiga le quería y había estado siempre pendiente de él. El además (se trata de una persona mayor) tiene otras enfermedades crónicas y se ha dado cuenta de que la vida que llevaba no era la adecuada dada su situación real.

Mi amiga le acompaña en su recuperación pero ahora ya no siente lo mismo.

El ahora valora el que ella esté a su lado de forma incondicional. Es consciente de su estado de salud y de que tiene que parar. La dice que la necesita. Que se ha dado cuenta de cuanto la quiere.

Ella ahora tendrá que decidir que va a hacer. Como ella misma dice “ya no estoy al cien por cien”.

Y es que valorar lo que tenemos es muy importante.

A veces deseamos lo que no tenemos sin valorar lo que siempre ha estado ahí.

La vida nos ofrece la posibilidad de verlo pero… hay veces que se llega a tiempo y otras en las que no.

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